Con más de 145.000 hectáreas de viñedos y 882 bodegas, de las cuales 209 están abiertas al turismo, Mendoza se proclama como la tierra del vino. Cristina Mengarelli, directora de promoción turística de Mendoza, asegura que aunque se puede viajar todo el año a esta provincia argentina, en otoño tiene un atractivo especial “gracias a los paisajes con las arboledas pintadas de colores ocres, sus temperaturas templadas y su agenda enoturística y cultural, llena de propuestas originales e innovadoras”.
En la misma línea, Benjamín Dulanto, gerente comercial de JetSMART en Perú, indica que este destino es atractivo para los turistas peruanos porque no solo tiene una propuesta turística interesante, sino por su oferta gastronómica, sus vinos y bodegas: “Mendoza sorprende con una de las rutas del vino más famosas de Sudamérica, un mágico circuito inmerso entre enormes fincas, antiguas casonas y estancias en plena cordillera”.
Para vivir todo eso en primera persona viajamos a este lugar único en Argentina y aquí compartimos nuestra experiencia, una ruta para disfrutar con copa de vino en mano:
La bodega más cercana al Centro de Mendoza
Bodega Los Toneles está ubicada a solo 10 minutos de la ciudad de Mendoza. Su cercanía nos motivó a visitarla, pero encontramos más: una casona de 1922 que ha sido declarada patrimonio, y donde hoy funciona una cafetería que parece sacada de Pinterest, piletas subterráneas intervenidas por artistas, vinos de alta gama y un restaurante con recomendación Michelin.
Cada dos horas, entre las 10 de la mañana y las 10 de la noche, parten grupos a conocer las cavas subterráneas y la zona de producción que conserva las piletas de concreto del siglo pasado, los huevos para la fermentación y las barricas de roble. La guía Sabrina Ponce nos brinda datos interesantes: “En esta bodega solo se producen vinos premium. Lo que significa el 3% de la producción total de la familia Millán, propietaria del predio desde el año 2002″.
El día del recorrido se presentó el viento zonda, un fenómeno exclusivo de las provincias de Mendoza y San Juan, que se produce cuando el viento del noreste choca con la Cordillera de los Andes. Lo que genera un aire caliente y seco que produce dolor de cabeza y malestar. Cuando ocurre recomiendan mantenerse en interiores, porque además de la baja humedad puede alcanzar velocidades altas, levantar polvo y provocar daños.
Aquella tarde la temperatura alcanzó los 29 ºC y nos resguardamos del calor en la cafetería La Casona Art & Coffee, el lado rosa de la bodega. Dos salas decoradas en tonos pastel donde sirven postres que parecen pequeñas obras de arte, café de especialidad y, por supuesto, vinos por copa. Durante la visita guiada hubo lluvia y entró un frente frío que provocó el descenso de la temperatura a 18 grados. Así que en cuestión de horas experimentamos mucho más que el enoturismo.
El restaurante en la Guía Michelin
Abrasado es el restaurante de la bodega y uno de los recomendados por la prestigiosa Guía Michelin. Se especializa en carnes maduradas y ofrece menús con gran variedad de cortes y maridados. Cabe indicar que el año pasado 4 lugares mendocinos obtuvieron estrellas y 13 ingresaron a la lista de los recomendados por la guía.
Nos recibieron con un espumante, se presentó el sommelier y comenzó la magia: una empanada mendocina de carne cortada a cuchillo fue el abrebocas de la noche. El ojo de bife llegó a la mesa acompañado de una copa de Malcriado Malbec de Mosquita Muerta, que por su complejidad fue el protagonista de la velada. Para cerrar con broche de oro, nos sorprenden con un show de chocolate, fuego y Absenta al que llaman Noche Estrellada.
Ruta del vino en Maipú
Reservamos un día para ir a Maipú, otra de las regiones que concentra una cincuentena de bodegas abiertas al turismo. Estamos en Sur Huenten, un emprendimiento familiar donde nos recibe Nilda Fernández, propietaria y madre de Paola López, enóloga de esta bodega. Juntas, de la mano del padre y el hijo, desarrollaron un circuito y un restaurante que acaban de estrenar.
En febrero, abrieron el restaurante que ocupa el lugar de un antiguo galpón. Está hecho con techos de caña y vistas a los viñedos. Decorado de forma artesanal, con cuadros y piezas elaboradas por su propietaria, con quien compartimos unas empanadas, unos vinos y una entretenida charla.
Pero antes recorrimos la bodega que, aunque tiene todo para producir vinos, hoy se mantiene como un museo. Con enormes barricas de roble americano y francés, prensas y piletas con capacidades monumentales, todas usadas desde 1925, cuando se construyó. Vinos y espumantes se producían en los años 30. Actualmente cuentan con 9 líneas de vinos elaboradas por terceros.
La degustación de tres cepas, Sauvignon Blanc, Malbec y Cabernet, cerró el interesante paseo de la mano de gente hospitalaria. La visita con degustación de vino varietal cuesta 6.000 pesos argentinos (US$7) y con vinos reserva, 8.000 pesos argentinos (US$9). Una razón más para pasar a conocerlos.
En Maipú se impulsa la Ruta del Vino y el Olivo, un circuito en bicicleta que te acerca a esta y otras bodegas así como olivícolas de la zona. Puedes reservar los tours de Wine and Ride aquí. El precio incluye la bicicleta, el casco, la asistencia médica y mecánica, un seguro de responsabilidad civil y descuentos para degustaciones.
La bodega que más vende en el mundo
Otra bodega imperdible en Maipú es Trivento, la firma argentina más vendida en el mundo. Solo produce vinos de alta gama, el 90 % de su producción se comercializa en 100 países y su línea Reserve Malbec es la número uno en ventas en todos sus mercados.
Un monstruo comparado con las bodegas vecinas, que es una parada imperdible. Los viajeros llegan, incluso, en bicicleta o en bus. Su propuesta turística contempla degustaciones, paseos por los viñedos y almuerzos maridados que se adaptan a los intereses y tiempo de cada uno. Basta con consultar a la llegada o en la reserva para hacer lo que más te apetezca.
A comer (y dormir) entre viñedos
Cavas Wine Lodge es el primer hotel de lujo entre viñedos que abrió en Mendoza hace casi 20 años. Con solo 17 suites, atención personalizada y experiencias únicas se ha impuesto como el mejor hotel de Sudamérica según Tripadvisor y uno de los mejores del mundo según publicaciones como la revista Travel+Leisure.
Lo visitamos para el almuerzo, pero antes recorrimos sus instalaciones. Nos cuentan que la producción de uvas se vende a bodegas de la zona y solo queda una pequeña cantidad para elaborar vinos de alta gama. Como es de esperarse, sus etiquetas son para consumo exclusivo del hotel y el restaurante.
Con una copa pasamos por el spa, el gimnasio y la piscina. Todos, al igual que sus villas, miran a los viñedos y a la cordillera. Un marco que se disfruta en medio de la tranquilidad de Luján de Cuyo, otra región dedicada al vino. En un nivel inferior se ubica la cava donde se realizan las degustaciones y catas incluidas en el plan del alojamiento.
La experiencia del almuerzo consta de 3 pasos que puedes elegir en una carta breve, pero completa. Opté por una entrada de verduras, huevos y espuma de tortilla de papas que acompañé con una copa de Sauvignon blanc. De fondo, un filet mignon cocido por unas 4 horas y para terminar, un mousse de chocolate y frambuesas. ¡Una delicia! Como todo lo que ofrece la capital del vino argentina.