La capital de la región de Arica y Parinacota se la conoce como “La ciudad de la eterna primavera” (temperatura promedio anual: 20 ºC) y como “La puerta del norte”, ya que su condición de urbe fronteriza tripartita la convierte en tránsito obligatorio en la ruta hacia Perú (25 km) y Bolivia (200 km).
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Cuenta con más de 20 km de playa. En consecuencia, es punto de encuentro de surfistas y aficionados a los deportes acuáticos en general. Ellos se reúnen en las playas Las Machas, Chinchorro y La Lisera.
La vecina del sur
Por otro lado, en este municipio de 200 mil habitantes abundan los homenajes a la cultura y a la historia. No en vano su símbolo es el morro de Arica. Allí se encuentra el Museo Histórico del Morro. Por US$1,5 te transportarás a la época de la Guerra del Pacífico. Además, disfrutarás de hermosas panorámicas.
Ya en el centro de la metrópoli te toparás con el Museo de Sitio Colón 10. La entrada está a US$3 y su muestra constituye uno de los más importantes conjuntos patrimoniales arqueológicos y antropológicos de Chile: los restos de un cementerio precolombino de momias indígenas chinchorro, consideradas unas de las más antiguas del mundo. Otros lugares destacados son la Casa de la Cultura, la catedral de San Marcos, la Casa de Gobernación y el paseo peatonal 21 de mayo.
Finalmente, almuerza en el mercado central: las especialidades chilenas conviven en armonía con las peruanas. Puras delicias.
¿Cómo llegar?
Vuela en Jet Smart (escala en Santiago) desde US$600. Otra opción: viaja a Tacna desde US$110 vía Peruvian Airlines. Luego, toma el bus Chasquitour o Absubliata hasta Arica (desde US$3). Tardarás una hora.