¿Qué es mejor que tener una nueva porción de territorio? Que ésta crezca tanto que obligue a cambiar los límites de la zona económica marítima del país que es su dueño.
Esto es lo que está a punto de pasarle a Japón: en noviembre pasado, el territorio nipón se agrandó de manera inesperada con el surgimiento de una isla en aguas del océano Pacífico, después una poderosa explosión subacuática.
Ahora, el flamante islote está creciendo a una velocidad tal que haría necesario expandir la zona económica marítima exclusiva de Japón.
La formación, generada por la lava acumulada de un volcán submarino y ubicada a unos 1.000 kilómetros al sur de Tokio, es más de 30 veces más grande que cuando emergió a la superficie, en noviembre pasado.
Y las mediciones han generado entusiasmo en Japón, donde se pronostica que la expansión de la zona marítima tendrá efectos positivos en la economía.
"SEÑAL DE DIOS"
Cuando surgió, los científicos se mostraron escépticos: pensaron que el diminuto islote sería "lavado" por las aguas en cuestión de días.
Pero el paso de los meses ha probado lo contrario: la acumulación de sedimentos de sucesivas explosiones submarinas ha hecho crecer sin pausa a la isla.
Y su curiosa expansión también ha tenido extrañas repercusiones más allá del país asiático.
En Estados Unidos, un grupo religioso afirma que la isla es una "manifestación de Dios" y "un llamado a que los pecadores se arrepientan".
Otros, en cambio, tienen una preocupación más liviana: tras la circulación de fotos en internet cuando apareció por primera vez, el islote había sido apodado Snoopy, por la semejanza de su contorno con el perro compañero de Charlie Brown en la popular historieta de Charles M. Schulz.
Ahora, con el crecimiento acelerado y el cambio de forma, muchos anticipan que pronto hará falta cambiarle el apodo.