Cinco maneras de mantenerte positiva cuando todo sale mal

Muchas veces nos hemos enfrentado a situaciones complicadas o problemas que nos desaniman en la vida. No importa si es grande o pequeño, las personas se dan cuenta de que algo anda mal con nosotras y es difícil ocultarlo.

Si bien es posible que tu problema tarde un poco en solucionarse, no es saludable que pases todo el día rodeada de pensamientos negativos y con el ánimo desinflado. Siempre hay que tratar de ver la luz al final del túnel, aunque en ocasiones sea difícil.

Así que la próxima vez que los pensamientos negativos ronden tu cabeza, pon en práctica estos cinco consejos para cambiar tu mentalidad sobre la vida y la forma en la que estás enfocando esa situación. 

1. Piensa en soluciones y actúa

Si te enfocas solo en el problema, empezarás a ahogarte en un vaso de agua y perderás fácilmente el rumbo hacia la tranquilidad que tanto quieres. En vez de darle tantas vueltas al asunto, intenta encontrar soluciones que puedas aplicar para ir saliendo del túnel en el que estás. Ese cambio de perspectiva te ayudará mucho. Tras el análisis no dejes que todo se quede solo en una idea y actúa. A veces pensamos de más y olvidamos que las acciones son las que generan los verdaderos cambios. 

2. Rescatando una lección

De cada momento malo que te toca vivir, hay algo que puedes aprender. Si la vida te ha puesto una prueba, es para que la superes y descubras que eres más fuerte de lo que crees. Y si te equivocas en el camino, graba en tu mente esos errores para no volverlos a cometer en el futuro.

3. Alcanzando un pequeño logro a diario

Estas metas que vas logrando te harán sentir más feliz y motivada para seguir luchando por algo mayor. Proponte cosas pequeñas a diario: fumar un cigarrillo menos, tomar más agua, despertarte más temprano, leer una página más de tu libro. Te mantendrán enfocada en cumplirlas y tendrás algo positivo a lo cual aferrarte cada día.

4. Usa tu cuerpo

Aunque no lo creas, el ejercicio es una gran terapia para mantenerte positiva y sentirte mejor. La actividad física no solo hace que te concentres en otra cosa por un periodo de tiempo, sino que también hace que tu cuerpo produzca endorfinas y otras hormonas que te harán sentir más feliz.

5. Ayudando a otros

No contagies a otros tu mala vibra, sino regálales un poco de la buena que aún te queda. Poder hacer algo por los demás y recibir una sonrisa como recompensa es la mejor dosis de felicidad para un día que creer terrible.