Los primeros años de tu hijo son los ideales para enseñarle a ser ordenado. Desde pequeño es bueno que sepa que debe guardar sus juguetes y colocar ciertas cosas en su respetivos lugares.
Ser ordenado podrá ayudar a tu niño en más de una ocasión. Hoy, puede ser a mantener un cuarto impecable, en un futuro, esto lo ayudará a organizar bien sus pendientes.
- Predica con el ejemplo
Para que tu hijo sea ordenado, lo más importante es que tú también lo seas. Tu hijo no puede ingresar a tu cuarto y ver tu ropa tirada por diferentes lugares porque pensará que está bien y lo imitará.
- Crea un horario
Es importante armar un horario con tu hijo y tratar de que lo cumpla al pie de la letra. Puede llegar del colegio, cambiarse el uniforme, hacer sus tareas y tener tiempo para jugar. Organiza todo con horas fijas para que él aprenda a seguir ese orden.
- Déjale tareas diarias
Trata de que tu hijo se acostumbre a ordenar sus cosas dejándole diferentes tareas diarias o cada dos días. Por ejemplo, puedes decirle un día que ordene sus juguetes, y que otro ordene su ropa. Poco a poco irá aprendiendo.
- No hagas que se desespere
Debes ser consciente de que a los niños les gusta sacar muchos juguetes al mismo tiempo y a veces suelen dejar algunos afuera. No lo obligues a guardar cada objeto cada vez que termine de usarlo, pues se verá atormentado y no podrá disfrutar de su tiempo libre tranquilo.
- No lo ayudes siempre
Al principio puede ser normal que tengas que ayudar a tu hijo a ordenar todas sus cosas o a hacer sus tareas, pero esto debe ir cambiando poco a poco. No dejes que tu hijo se acostumbre a tu ayuda para que pueda ir aprendiendo a hacer sus labores solo.