Toda pareja desea que el día de su boda sea inolvidable, pero esta en particular decidió inmortalizarlo de una manera muy distinta: al borde de una montaña de más de 100 metros de alto.
El fotográfo Jay Philbrick es reconocido por captar con su lente a personas en las alturas de montañas, definiendo su estilo como “distintivo, dramático y perfecto”. Incluso, cuando llegó el día de su propia boda, no dudó en dejarse fotografiar junto a su esposa.
En las fotos, los novios pareciera tentar al abismo y a la misma muerte. Sin embargo, ellos están perfectamente asegurados con arneses y sogas escondidos bajo sus trajes.