En la adolescencia, sin importar cuánto te quieras y valores, siempre habrá ocasiones en las que no te gustes y te cuestiones. Es una reacción normal pues atraviesas una etapa en la que recién te estás conociendo y vas aprendiendo quién eres. Es realmente tan normal que todos hemos estado ahí. Incluidas las mujeres más poderosas y bellas de Hollywood.
Este domingo, Kate Winslet ganó el Premio BAFTA 2016 como actriz de reparto por su papel en la película sobre Steve Jobs. Y escogió ese momento de éxito para recordar a la adolescente llena de dudas que alguna vez fue.
Parada frente a la prensa, Kate WInslet contó que cuando tenía catorce años una profesora de teatro le dijo que le iría bien si se conformaba con los papeles de niña gorda.También comentó, con gracia y sin fastidio, cómo manejó esas críticas: “A la mujer que haya sido menospreciada alguna vez por un profesor, por un amigo o incluso un familiar simplemente le digo que no los escuche. Eso es lo que yo hice. No los escuché y seguí avanzando”.
Aunque ir cuestionando y midiendo nuestras capacidades sea normal en la adolescencia, la crítica negativa de otros puede truncar ese proceso de exploración. Puede angustiarnos, asustarnos, paralizarnos. Ante eso, Kate Winslet decidió bien y se tapó los oídos. Ella eliminó la bulla innecesaria y continuó concentrada en sus proyectos personales comprobando por ella misma de qué era capaz.
A los 14 años, su profesora le dijo que sólo serviría para el rol de niña gorda y Kate Winslet decidió ignorarla. Así se convirtió en la jovencita rebelde y millonaria de Titanic, en una heroína de Jane Austen en Sensatez y Sentimientos, en la chica artística con cabellos de colores de Eterno Resplandor de una Mente Sin Recuerdos. Ella creyó en si misma y hoy millones de personas le creen los variados personajes que interpreta en el cine. ¿Cuándo fue la última vez que convertiste la crítica cruel en una oportunidad para crecer?