También conocido como machismo cotidiano, el micromachismo no pretende aligerar las cosas como pequeños actos (al anteponerse por la palabra 'micro'), sino que hace referencia a aquellos que se encuentran interiorizados en nuestro pensamiento y que son concebidos como 'normales y naturales' por la sociedad.
Si alguna vez te han descrito como 'poco femenina', te han comprado cosas de color rosa solo por el hecho de ser mujer o en alguna ocasión te han presentado como 'la mujer de...'; has vivido una actitud de machismo cotidiano o micromachismo. Estas actitudes pueden darse en todo ámbito: en tu hogar, en una salida con amigos, caminando por la calle... y hasta en la intimidad.
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Muchos refieren que este término solo está maximizando lo mínimo, que es pura exageración. Catalogan estas situaciones como simples circunstancias que se presentan sin intensión ofensiva. Pero, vayamos al grano: la violencia de género, por más que se dé sin intención lesiva, sigue siendo violencia. Tomar las actitudes del micromachismo como cotidianas solo normalizan el acoso y abuso hacia la mujer.
Para erradicar este comportamiento es necesario tomar conciencia individual y hacerla colectiva. Si eres hombre; piensa en tus actitudes, cambia el 'chip' y dirígete a las mujeres con igualdad. Si eres mujer; no te quedes callada, actúa, enseña y confronta de la mejor manera posible al micromachismo.
En la galería que acompaña esta nota conoce aquellas situaciones cotidianas que se pintan de micromachismo. Identifícalas y empodérate para lograr el cambio.