Los años pasan sin darnos cuenta y vamos creciendo tanto física como mentalmente. De lo primero es fácil darse cuenta, pero caer en la cuenta de lo segundo es un poco más complicado.
Podrás sentirte igual que cuando tenías 20, hasta que ocurre algo que te hace detenerte y evaluar la forma en la que ha cambiado tu vida. Te percatas de que lo que te hace sentir feliz ahora antes te parecía aburrido, o que tu manera de comportarte hace unos años ahora te parece vergonzosa.
No es que seas una vieja amargada, es solo que has ido creciendo y la vida te ha hecho madurar mediante todo lo que has aprendido con los años. Aquí te damos diez signos para que te des cuenta fácilmente. ¿Te identificas con alguno?