Sigue estos consejos para inculcar hábitos en tus hijos

Karina Villalba

Seguro te ha pasado. Un niño en el parque le quita a tu pequeño su juguete favorito. Reaccionas inmediatamente –para que nadie te mire feo y porque quieres que tu hijo aprenda a compartir– y le dices muy calmada, a la vez que sorprendida y orgullosa del autocontrol demostrado: «amor, préstale un ratito el carro al amigo. Hay que compartir». Pero luego reparas en lo dicho y te preguntas: ¿realmente mi hijo debe desprenderse de su juguete favorito?, ¿por qué el otro niño no lleva sus objetos predilectos?, ¿los padres de ese menor le habrán enseñado a respetar lo ajeno?

Y después te pones en el lugar de tu hijo –porque también quieres que aprenda a ser empático– y te vuelves a cuestionar: ¿acaso tú prestarías ese primoroso vestido de encaje que acabas de comprar, tu costosa cartera de cuero, tu moderno smartphone, tu veloz tablet o tu inseparable laptop a una compañera de trabajo que acabas de conocer?

Si compartir tus cosas favoritas se te hace difícil, imagínate lo que significa para un niño de 2 o 3 años prestar su tesoro más preciado. ¿Cómo podemos enseñar a compartir a nuestros hijos si una misma no está convencida de poder hacerlo? ¿Cómo debemos inculcar los valores?

Hablar sobre este tema puede parecer, ciertamente, aburrido para muchas personas, pero es fundamental para criar a nuestros hijos, pues las normas y principios que ellos aprendan e  interioricen desde la infancia hasta la adolescencia jugarán un papel importante en la formación de su identidad y de su personalidad.

Durante este período de desarrollo moral ellos aprenderán a ser justos, honestos, responsables, respetuosos, solidarios, agradecidos, obedientes, pacientes, empáticos, puntuales, considerados, generosos, buenos, serviciales, tolerantes… y es por eso que nuestro rol, como modelo positivo a seguir, es fundamental en esta etapa. Por lo tanto, nos toca hacer nuestro mejor esfuerzo, ser creativas, pacientes y constantes para lograrlo.

PAUTAS PREVIAS

El hogar es el lugar indicado para que nuestros hijos aprendan valores, debemos aprovechar nuestra interacción cotidiana para transmitírselos intuitiva y naturalmente. Esa es la mejor manera. Cualquier situación es válida: desde decir «buenos días» al levantarse o recoger la ropa sucia y ponerla en el cesto correspondiente, hasta lavar nuestra taza, plato y cubiertos después de tomar desayuno.

También resulta útil:

- Comunicarte. Define y establece con tu pareja cuáles son los valores que quieres enseñarle a tus hijos. Luego, habla con ellos sobre los comportamientos apropiados y explícales por qué deben aprenderlos y de qué manera los ayudará en sus vidas.

- Enseñar. Con palabras, pero también con actos. Cuando pequeños nuestros hijos aprenden por imitación, así que debes ser consecuente. Practica lo que predicas.

- Corregir. Si advertiste algún comportamiento de tus hijos que te disgusta, porque rompe alguna norma del hogar, corrígelo pero siempre con respeto. Gritar no es educar, no pierdas los papeles.

TRES FORMAS DE INCULCAR VALORES

1. Jugar. Es una buena manera de enseñar. Pueden ser juegos sencillos para los más pequeños, como imaginar ser veterinarios para ayudar a cuidar a la mascota de la casa, o jugar a intercambiar roles con los más grandes.

2. Cocinar. Medir, pesar, pelar y cortar los ingredientes, echarlos en la olla como indica la receta y esperar a que la preparación esté lista exige orden, limpieza y paciencia. Esos valores y otros más podemos enseñar en la cocina.  

3. Leer un cuento o ver una película. A los chicos les encanta. Deja que ellos elijan y si consideras necesario hacer un paréntesis por una escena o una palabra inaceptable, hazlo y discútelo con ellos