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María Inés Ching
Ver televisión es uno de los pasatiempos más accesibles. Solo en Lima, existen más de diez estaciones de televisión autorizadas y con el cable las opciones se multiplican. Trabajé en noticieros televisados y pienso que satanizarlos es injusto, pues nuestra función como periodistas es utilizar criterio para presentar acertadamente los hechos noticiosos.
Con la modernidad, las otras maneras de emplear nuestro tiempo están ligadas a la tecnología. Hay televisores en museos, salones de clase y consultorios médicos. Así que quejarse, prohibirla, o huir del contenido ‘menos inteligente’ no es la solución para evitar problemas de enseñanza, de conducta o de crianza. Lo ideal es utilizarla como un pretexto para aprender.
Conversamos con el escritor español Lluis Prats, experto en temas de enseñanza y cultura audiovisual, para que nos esclarezca el panorama. «La tecnología hay que usarla bien, dice. Es como si tuvieras un hacha: puedes cortar madera para hacer una casa o puedes cortarte el brazo con ella». Aplicando este mismo principio, podrás comprender y enfrentar el fenómeno denominado ‘televisión basura’.
TIEMPO VALIOSO CON TU HIJO
Los padres son modelos de comportamiento de los hijos hasta la vida adulta. Es transcendental que el cuidado de los pequeños esté bajo la tutela de un adulto responsable y que no crezcan con referentes televisivos equivocados.
«Si no hay alguien responsable en casa, no hay educación y sin ella no se forman las personas», asegura Lluis Prats, enfatizando lo importante que es la guía paternal en el crecimiento de un niño. Y agrega: «Un filósofo conocido en España, José Antonio Marina, dijo en una conferencia para padres: “lo que ustedes no arreglan en casa, en el colegio lo tiene que hacer el maestro, y si esto no ocurre en el colegio, lo tiene que reparar la policía en la calle”. Quiere decir “vayan con cuidado porque si no atendemos a la formación de nuestros hijos responsablemente, estamos formando posibles delincuentes”», señala Prats.
ESPECTÁCULO DE LA NOTICIA
«Los noticieros viven de la violencia. Conviven con ella y si no la tienen la inventan», asegura el sociólogo y periodista Carlos Bejarano. En su artículo “Violencia TV” sostiene que todos somos expertos en la materia porque la hemos consumido por años.
El tratamiento informativo muchas veces apela a la violencia y el morbo para tener más espectadores. Se recurren a fuentes inexactas para explicar las noticias, en lugar de expertos que podrían desentrañar las raíces del problema.
«Pienso que los noticiarios que abundan en este tipo de informaciones son ‘baratos’. No están haciendo un producto periodístico de calidad. Es una falta de profesionalidad muy importante entre los periodistas, lo que hacen es desprestigiar la profesión. […] Lo mejor que puedes hacer es apagar la televisión porque no aporta nada y cansa», sostiene Prats.
