Bajo la excusa de que cocinar toma tiempo o que diversas recetas demandan mucha elaboración, hay quienes optan por desayunar, almorzar y cenar únicamente comida procesada, perdiendo así la oportunidad de ingerir nutrientes; es decir, vitaminas y proteínas necesarias para el organismo.
Al consumir en exceso los alimentos conocidos como ‘chatarra’, se convierten en un peligro para la salud ya que pueden causar obesidad, ataques del corazón, cáncer, entre otros, lo que aumenta el riesgo de muerte hasta en personas cada vez más jóvenes.
Si eres de los que piensan a diario qué comer para mantenerse saludable, no aumentar de peso y nutrir a su cuerpo de manera correcta y pocas veces encuentra la opción indicada, en esta nota te compartimos las razones por las que la palta y el huevo se convertirán en tus grandes aliados.
Combinar estos dos alimentos en el desayuno es beneficioso porque permite que nuestro páncreas descanse y no produzca tanta insulina. Esto elimina la ansiedad y el querer comer cada rato.
“Cuando tenemos una dieta basada en grasa saludable como la del huevo y palta nuestro cuerpo utiliza otras vías metabólicas para fabricar energía (cetonas) disminuyendo azúcar y el almacenamiento de grasa (rollitos, abdomen prominente, etc)”, indicó la nutricionista Lic. Claudia Agüero Moscoso.
El pensar que unir palta y huevo en desayunos y cenas producirá dolor de estómago o más grasa corporal es un total mito y el efecto es beneficioso pues ayudará a reducir medidas, más aún si se consumen sin pan pero con verduras y acompañados con papa sancochada con cáscara o choclo. Además, puede ser un perfecto acompañante para tus ensaladas del almuerzo o cena.
La especialista en nutrición enumera las razones de por qué es buena esta combinación.
1. La palta contiene minerales como el magnesio y potasio que ayudan al cuerpo a procesar lo que comemos y convertirlo en energía.
2. La palta contiene grasa saludable que genera llenura, lo cual ayuda a que no tengamos hambre tan pronto; además, disminuye la grasa mala de las arterias (LDL).
3. El huevo es rico en albumina, una proteína que protege al hígado evitando que se inflame (hígado graso).
4. La colina, neuronutriente presente en la yema de huevo, fortalece el cerebro de los niños y mejora la concentración de los adultos.
5. La vitamina A de la yema protege nuestra piel de los daños del sol y fortalece nuestras defensas.