Por Ximena Arrieta

Llegó un momento en el que el gimnasio dejó de darme resultados. La rutina se tornó aburrida, las clases monótonas y mi índice de masa corporal se estancó. Fue ahí que decidí encontrar un entrenamiento dinámico, divertido e intenso. La búsqueda terminó en la puerta de un box de CrossFit.

“CrossFit es un entrenamiento funcional porque mueves todo el cuerpo. Es constantemente variado porque buscamos que todas tus habilidades se desarrollen y es intenso. Es una hora al día pero buscamos que dejes todo en el box”, explica Jimena Navarro, co-propietaria de en Miraflores.

Decidí tomar la clase de prueba. En Altair, el trabajo se divide en cuatro estructuras: un calentamiento, una parte intermedia enfocada en alguna habilidad especial (levantamiento olímpico, uso de implementos, movimientos de gimnasia, etc), el WOD o Work of the Day que es el trabajo principal y un estiramiento.

 

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¿Qué es lo más importante en un entrenamiento de CrossFit? Ni el peso que levantas ni que puedas caminar parada de manos, sino que tu estilo de vida empiece a cambiar. “Acá no vas a ver espejos ni fotografías de antes y después porque ese no es el objetivo. CrossFit es una comunidad, es cómo ser una mejor versión de lo que soy ahora”, dice Jimena.

“Comunidad” es la palabra clave. Muchos ven CrossFit como una secta, pero la verdad va mucho más allá. La esencia es la pertenencia, el sentirte parte de un grupo de personas con un mismo objetivo que se animan mutuamente a superarse y celebran cada pequeño logro que alcanzan. ¿Hay algo más motivador que personas iguales a ti te incentiven a ser mejor cada día?

 

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Mi intenso WOD de prueba incluyó saltar al cajón, lanzar una pelota por encima de mi cabeza y levantar una barra. Pero CrossFit es mucho más: hacer con el kettebell (pesa rusa), saltar la soga, subir una cuerda hasta el techo, pararte manos, hacer barras o practicar un . Es una mezcla entre entrenamiento funcional, gimnasia y halterofilia una rutina jamás es igual a otra.

Y es esa misma intensidad la que asusta a muchos, pero no hay nada que temer. En cada entrenamiento de máximo 20 personas hay 4 entrenadores que se encargarán de cuidar la técnica en los movimientos y de adaptar los ejercicios a tus capacidades. “Igual vas a hacer el movimiento, trabajarás los mismo músculos y con la misma intensidad. La adaptación se enfoca en desarrollar esa habilidad que te falta para que en unas semanas ya la puedas hacer”, explica Jimena.

 

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Una hora de trabajo, sudor por doquier. ¿Qué fue lo mejor? La sensación de haber sobrevivido a este entrenamiento para “preparar futuros Rambos” y darme cuenta que puedo hacer mucho más de lo que pensaba era capaz. “Yo creo que CrossFit te prepara para todo y las mujeres somos capaces de hacer lo que sea. No hay reto al que no te desafíe CrossFit, y para todas las mujeres que queremos conocernos y mejorar nuestro estilo de vida este es el deporte que debemos mantener”, concluye Jimena.

Siempre consideré que tenía buena condición física hasta ese día. Como me dijo Jimena, “es una cachetada a la realidad” del deportista. Pero una cachetada que se acepta de buena gana porque sé que a la larga, los resultados se verán reflejados. Así que si buscas un entrenamiento distinto, deja los prejuicios y miedos atrás y prueba CrossFit.

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Entrena CrossFit

¿Dónde?

La comunidad Crossfit en Perú está creciendo. Puedes acercarte a Altair CrossFit (Calle Esperanza 243, Miraflores), CrossFit Ramus (Pasaje zodiaco 459, Surco), CrossFit Aukka (Av. Prolongación Iquitos cdra 21, Lince), CrossFit Marut (Av. Jose Leguía y Melendez 1068, Pueblo Libre) o buscar un cerca de tu casa.

¿Cuándo?

Los entrenamientos varían según el box. Las clases duran una hora y suelen ser de lunes a sábado con horarios por la mañana y las noches.

¿Cómo?

Al igual que Altair, otros boxes de Lima ofrecen una primera clase de prueba gratis. El costo de la membresía dependerá del lugar, el tiempo y las sesiones que quieras tomar.

 

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