Hace apenas unos días la famosa editora de Vogue US se pronunciaba acerca del fast fashion y de la ‘maliciosa’ cultura de lo descartable. Para ella, no se trata de una tendencia más cuando los medios -como la revista que dirige- conversan acerca de la sostenibilidad y la ética en el mundo de la moda: “Se trata de hablar a nuestras audiencias, a nuestros lectores, sobre mantener la ropa que tienes, valorarla y usarla una y otra vez. Tal vez puedas dársela a tu hija, o hijo, como sea el caso”, comentó.
Además, hizo hincapié en lo “atrasada” que se encuentra la industria según su perspectiva, pues las personas aún no aprecian a la moda y sus expresiones como verdaderas piezas de arte. “Creo que todos deberíamos enfocarnos más en la creatividad y el arte, y menos en la idea de que la ropa es instantáneamente desechable, cosas que tirarías después de un uso”, recalcó.
Este 'mantra' se vio reflejado durante su aparición en los Fashion Awards 2019, cita para la cual llevó un vestido que escondía un secreto. La tenida, confeccionada en su totalidad por lentejuelas de distintos colores, era una pieza que yacía en su armario hace más de 7 años.
Se trata de un clásico de Chanel, que llevó para la Gala MET del año 2011. Sí, aunque no lo creas, la mismísima Anna Wintour 'recicló' uno de sus vestidos y lo llevó en dos ocasiones diferentes de manera muy glamorosa. Incluso, se tomó la delicadeza de accesorizar la tenida como hace ocho años, con un increíble collar de brillantes.
Sin duda, Anna Wintour sabe apreciar cada una de sus prendas como verdaderas obras de arte, y no tiene problemas para lucirlas bajo distintas claves: en el 2011, eligió la tenida para la Gala MET con temática inspirada en Alexander McQueen y la belleza de lo salvaje. Esta vez, ha optado por él en una de las noches más sofisticadas del año, los Fashion Awards que se llevaron a cabo en Londres.