sofía carrillo
sofía carrillo

Por Jorge Chávez Noriega

Desde un inicio, Sofía Carrillo deja en claro que para ella no hay medias tintas ni tibiezas cuando se trata de defender su posición. Mientras camina por la avenida Larco, antes de ingresar a un café, la activista y conductora de televisión comenta las últimas noticias y no se autocensura cuando habla de temas como el indulto, de la legalización del aborto o de la aprobación del matrimonio homosexual. “Una no puede ser ajena a lo que está pasando”, asegura.

Su carácter, cuenta, lo fue forjando desde niña, cuando empezó a leer libros de Martin Luther King y Malcolm X. De algún modo, eso la llevó a estudiar periodismo, porque sentía que podía encontrar un espacio que le permitiera transmitir sus ideas. Primero fue narradora de deportes, luego vivió en Piura algunos años donde trabajó en un diario local y, por estos días, es jefa de la Unidad de Fortalecimiento de Políticas Institucionales y de la Unidad de Comunicación y Marketing de INPPARES.

De la mano de su trabajo, Sofía cosechó una profunda sensibilidad social. Es algo que demuestra cuando sale a denunciar algún caso de violencia contra la mujer, o algún tipo de maltrato contra la comunidad afroperuana. Sin embargo, no siempre ha sido sencillo para ella alzar su voz y que esta sea tomada en cuenta. “Para acabar con la violencia que vivimos, es importante reconocernos como una sociedad discriminadora”, enfatiza la presentadora del programa "A la cuenta de 3” , que se emite por el canal del Estado.

¿En qué momento decides ser activista?
No recuerdo uno en específico, siento que la vida simplemente me llevó a serlo. Lo que pasa es que nadie me tuvo que decir que era la discriminación, porque la viví desde niña. Pero felizmente tuve un soporte familiar muy fuerte. En los momentos complicados, lo primero que se me viene a la mente son las enseñanzas de mis padres, diciéndome tú puedes, no te rindas, vas a lograr todo lo que te propongas en la vida. Y eso me reconforta. Me hace ver que aún hay mucho que hacer por reivindicar nuestros derechos.

¿Cómo podemos acabar con la discriminación?
Creo que el Estado tiene varias tareas pendientes a nivel educativo y a nivel de la violencia contra la mujer. Un primer paso es que las personas entendamos que las diferencias no deben ser un obstáculo para lograr nuestros propósitos, que todos tenemos los mismos derechos y que bajo ninguna circunstancia nadie nos debe agredir por ser mujeres o por nuestros orígenes.

¿Cuál es la mayor satisfacción que te da tu trabajo?
Cuando la gente se acerca a agradecerme, por alguna cosa que hice o dije y que las animó a ver las cosas con optimismo. Me hace feliz cuando me dicen que gracias a lo que hago tienen una mejor perspectiva de la vida, y también saber que hay personas que me acompañan en todo esto.

¿Por qué es importante ser feminista hoy?
Siento que hay mucha confusión sobre el tema. En esencia, el feminismo es un movimiento que plantea la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Sin el feminismo, por ejemplo, no nos estaríamos proponiendo la opción de decidir sobre nuestros cuerpos. Ser feminista es una apuesta de vida para romper con los moldes establecidos por nuestra sociedad.

Mundo interior

Sofía Carrillo es una apasionada de lo que hace, pero, como todos, a veces necesita abstraerse y sacudirse de la rutina. Para ello, confiesa, se divierte viendo comedias y entre sus favoritas están series y películas como “Sex and the City” o “El diablo viste a la moda”.
“Es importarse tomarse un tiempo para una misma y disfrutar de las pequeñas cosas que también nos pueden llenar el alma”, apunta.

Otra de las cosas que a Sofía le gusta hacer es cantar. Cuenta que espera encontrar el tiempo para estudiar y mejorar su afinación. Mientras tanto, cada vez que puede, recita poemas y décimas de Nicomedes Santa Cruz, como lo hacía cuando estaba en el colegio. Dice que gracias a esa afición tiene buena memoria. Y una persona con memoria, explica, no olvida con facilidad lo bueno o lo malo que le puede pasar.

¿Tienes alguna aspiración política?
No te voy a negar que la idea de trabajar desde ese espacio es algo que me interesaría, pero considero que no es el momento. Además, para poder, tendría que encontrar un lugar que reúna una serie de condiciones básicas, donde pueda expresarme y plantear cambios. Hoy en día, la política me genera rechazo.

¿Cuáles son tus objetivos?
Siento que estoy en una etapa en la que voy cumpliendo mis objetivos de manera progresiva. Me siento afortunada de estar en los espacios que me permiten desenvolverme. Para mí, la palabra libertad es clave. Creo que la libertad es vivir por lo que uno cree. Sin libertad, no hay alegría y no hay respeto.

¿Te cuesta revelar tus sentimientos?
Sí, me cuesta. Muchos tienen un prejuicio porque soy activista, feminista y asumen cosas que no son. Soy alguien que prefiere tomarse el tiempo de conocer a la personas antes de mostrar su lado más cotidiano, por decirlo de alguna forma.

¿Cómo proyectas este año para ti?
De una manera muy positiva. No estoy segura de cómo termine, pero de lo que sí estoy segura es que no voy a renunciar a mi lucha por el pueblo afroperuano. Voy a seguir apostando por desterrar la discriminación y para que las mujeres tengamos la posibilidad de decidir sobre nuestros cuerpos. Mientras aún nos indignemos, es posible obtener grandes cambios beneficiosos para todos.

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