Tres cachorritos de raza Bulldog Francés perfectos y hermosos, eso fue lo que el 10 de febrero vieron los dueños de la madre apenas se le practicó la cesárea. Todos bostezaban a la vez y enternecían con sus cachetitos mofletudos, típicos de esa raza. Hasta que llegó el día 20 y todo cambió.
Una de las crías, que ya había mostrado un comportamiento inusual, no podía caminar con normalidad. Se tambaleaba demasiado, caminaba de costado, no se podía mantener de pie y movía la cabeza de lado a lado. Y luego de varias pruebas, salió el diagnóstico: síndrome congénito vestibular.
“El sistema vestibular es lo que nos da el equilibrio y sentido de orientación a la mayoría de mamíferos. Tal vez este perrito nació con un problema a ese nivel que hace que esté mareado constantemente”, comenta Omar Cavero, médico de la Clínica Veterinaria Cavero y especialista en neurología veterinaria.
La parte más triste de estos casos es que, por lo general, los dueños y/o criadores de perros no quieren cachorros con discapacidad por considerarlos defectuosos, además de ser una carga económica. Afortunadamente, no fue el caso de Aurelio, como se le bautizó a este cachorrito.
Pese a saber que ésta es una condición neurológica a la que no se la ha encontrado una cura aún, el Dr. Omar Cavero apostó por Aurelio y aplicó una terapia alternativa que compensara el déficit y le permitiera desenvolverse con relativa normalidad.
Pero tal vez una parte crucial del tratamiento llegó con Franco Cerrutti, la persona que vio más allá de los vaivenes de cabeza y creyó tanto en la garra de Aurelio como en la capacidad de su médico. Cerrutti adoptó al perrito sin dudarlo y hoy, 3 meses y medio más tarde, papá adoptivo y neurólogo no podrían estar más orgullosos de sus logros.
“Empezamos a darle vitamina B, que ayuda bastante al cerebro y decidimos tratar con la terapia neural (medicina alternativa) y otras terapias experimentales. Le poníamos procaína, un analgésico local en dosis muy diluidas y poquito a poquito fue mejorando. Hoy en día lo ves con un pequeño residuo, pero ya camina, corre, juega, ladra”, explica Cavero. “No sabemos qué ha funcionado exactamente, pero al final resolvemos que todo suma. Lo peor hubiese sido no hacer nada... o ponerlo a dormir”.
Para Cavero es solo cuestión de saber a qué especialista llevar a tu mascota y conseguir una segunda opinión antes de decidirse por una tratamiento. Y algo más: mucha paciencia.
"El Perú se está haciendo fuerte en los campos de especialidad veterinaria, es importante llevarlos a que los evalúe un profesional. Y claro, nunca perder la fe. He tenido perritos que no caminaban y ahora corren, contra todo pronóstico”, agrega Cavero.
SÍNDROME CONGÉNITO VESTIBULAR
¿Qué es?
Conjunto de signos neurológicos cuyo origen es una disfunción en el sistema vestibular, ya sea periférica o central.
El síndrome vestibular puede darse en canes de cualquier edad. Esta afección puede estar presente desde el nacimiento del perro, por lo que será congénita. El síndrome vestibular congénito se empieza a ver entre el nacimiento y los 3 meses de edad del perro. También existe el síndrome vestibular geriátrico, el cual afecta a peros ancianos. Aunque una otitis mal tratada, una infección crónica de oído, hemorragia o un tumor también pueden llevar a generar problemas vestibulares.
Señales
-Dificultad para caminar con normalidad. Tienden a caminar en círculos.
-Mueve constantemente la cabeza y los ojos.
-No tiene equilibrio.
-Dificultad para comer y beber.
-Desorientación, andan como perdidos en el espacio.
-Ladea la cabeza hacia el oído que está afectado.
-Vómitos