Por Andrea Carrión / WUF
Cada vez son más las personas que se animan a superar el estereotipo cuando deciden elegir al perro que se convertirá en su nueva mascota.
Hace más de 3 años, Ben y Pamela Slater empezaron su búsqueda y en lugar de ir al centro comercial o a la tienda de la clínica veterinaria para comprar un cachorrito de una raza específica, empezaron a correr la voz entre sus amigos y conocidos para que les avisaran si escuchaban de algún perro buscando ser adoptado.
No pasó mucho tiempo para enterarse de una chica que había encontrado a una camada de 5 cachorritos abandonados en Cieneguilla. Estaban en tan mal estado que solo tres sobrevivieron. Eventualmente, uno de ellos se convirtió en el flamante Simón Limón.
“Cuando llegamos a conocerlos, ya se habían llevado a uno. Queríamos llevarnos a los dos que quedaban, pero decidimos por uno a la vez. Y al final lo adoptamos a Simón porque fue quien vino a darnos el encuentro. Tenía 4 meses de edad”, comenta Pamela.
Al año llegó otra sorpresa: Eloisa. Fue un cambió radical para todos, un cambio que lleva a muchas parejas a regalar a sus mascotas o deshacerse de ellas sin mirar atrás. Para suerte de Simón, éste no fue el caso.
“Nunca fue un problema, todo lo contrario. De hecho, yo hablé con él para explicarle que habrían cambios, pero nunca problemas”, comenta Ben.
“Creo que cuando ella nació lo más duro fue para él”, agrega Pamela entre risas. “Ella lloraba bastante y él nos miraba como diciendo ‘¿Qué han hecho? Estábamos tan bien’. Se iba al otro extremo del departamento, no aguantaba el ruido”.
Tanto Ben como Pamela se preocuparon por tomar las precauciones del caso y además de supervisar de cerca a Eloisa y Simón los primeros meses, también le hicieron saber a su perro lo importante que es para ellos. Tanto así que lo llevan a donde van, como en dos viajes a Italia y cuatro a Máncora.
Hace unos días, Ben, Pamela, Eloisa y Simón Limón fueron elegidos por la asociación Humans of WUF, una campaña que busca promover la adopción de mascotas.
Al pedirles una frase que resumiera lo que Simón Limón significa para su familia, ellos dijeron “Más que un guardián, es nuestro protector. Más que un perro, es un amigo y compañero. Más que una mascota, es nuestro hijo de cuatro patas… y nuestra querida Elo no podría estar más de acuerdo”.
Antes de venir a vivir a Lima, Ben y Pamela pasaron muchos años entre Italia e Inglaterra. No están seguros si asimilar otras culturas haya influído en su decisión de adoptar un perro versus comprarlo, lo que sí tienen claro es que al final perro es perro.
“Aquí hay demasiados perros en la calle y pagarle a alguien que tenga un criadero de perros me parece horrible. Entiendo que es un negocio, pero muchos no tratan bien a sus animales y explotan a las hembras como máquinas para reproducir”, comenta Pamela. “Aquí veo mucho el ‘yo quiero de esta raza o de esta otra’, la verdad es que un perro es un perro, es tu familia”.
'Humans of WUF'
A mediados de agosto la asociación sin fines de lucro WUF lanzó ‘Humans of WUF’ (traducido al español, Humanos de WUF), una nueva acción que busca reforzar el foco de su misión; motivar a más gente a adoptar una mascota, o al menos empezar a considerarlo.
Inspirado en el proyecto ‘Humans of New York’, el que desde el 2010 retrata la vida cotidiana de cientos de residentes de esta ciudad, WUF se ha propuesto hacer algo similar con individuos y familias que han adoptado una mascota en el Perú.
Esta campaña consiste en subir una fotografía del perro y su dueño en el muro de WUF en Facebook, junto con un comentario del adoptante.