El accidente de ayer puso en evidencia una realidad que se denunciaba desde hacía ocho años: el cerro San Cristóbal, uno de los principales atractivos turísticos de Lima, es inseguro no solo por la delincuencia en las calles del cerro, sino también por la forma en que eran transportados los visitantes a la cima.
Ayer, a las 4:51 p.m., una unidad de la empresa Green Bus se desbarrancó repleto de turistas. Una cámara captó cuando el vehículo de placa ACE-920 se precipitó y aplastó a varios de los pasajeros que iban en el segundo piso, en la zona descapotada.
El Ministerio de Salud confirmó anoche que nueve personas fallecieron, dos de ellas de nacionalidad chilena. Al lugar llegaron 15 unidades de bomberos y trasladaron a 40 heridos a 6 hospitales de Essalud y el Minsa, y a dos clínicas.
—Reincidencia—
Esta no es la primera vez que ocurre un accidente de este tipo. Miguel Paredes, dirigente del asentamiento humano Villa Fátima, contó que en esa misma curva, estrecha y empinada, una coaster se precipitó en el 2009 y aquella vez murió una joven.
Paredes recuerda que ese año se pidió a la comuna del Lima y a la del Rímac que prohibieran el acceso de buses, porque estos descendían el cerro de forma imprudente. Pero los pedidos no tuvieron una respuesta concreta de las autoridades. Entonces, por sus propios medios, los vecinos de este barrio construyeron tres rompemuelles para obligar a que los choferes redujeran la velocidad.
—Competencia mortal—
Existen versiones de que la tragedia de ayer no habría sido solo una mala maniobra o una falla mecánica. Según ellas, detrás de este negocio habría gran irresponsabilidad de las empresas que compiten por llevar turistas al cerro San Cristóbal.
Los fines de semana se observan de seis a más buses yendo casi simultáneamente a la cima del cerro. Allí se quedan 20 minutos para bajar a toda prisa para captar a más turistas. Se sabe que estos vehículos parten desde el jirón Callao y que cobran S/10 por asiento.
De acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de Lima, el vehículo que ayer cayó tenía tres años de antigüedad y dos faltas leves y tres faltas graves, que suman S/828. Ninguna de ellas ha sido cancelada y la más antigua data del 22 de mayo del 2016.
Tras el accidente, tanto el municipio metropolitano como la comuna distrital del Rímac no tardaron en deslindar responsabilidades. El gerente de Transportes de Lima, Álvaro Castro, indicó que la comuna solo otorga autorizaciones para el tránsito, mas no controla la ruta hacia la cumbre del cerro porque es una vía distrital. Efectivamente, la comuna metropolitana autorizó a la empresas para brindar servicios turísticos de enero del 2016 a enero del 2018.
La directora del Programa de Recuperación del Centro Histórico del Rímac, Shirley Mozo, señaló que ellos han rehabilitado las vías del cerro, pero que el Rímac no administra este espacio. “Hasta el 25 de mayo fue manejado por la Municipalidad de Lima”, afirmó Mozo.
En la noche, el alcalde de Lima, Luis Castañeda, anunció por Twitter que lamentaba el fallecimiento de las personas que visitaban el cerro San Cristóbal.
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