Ambos túneles unirán San Juan de Lurigancho y Rímac en cinco minutos. Normalmente, toma cincuenta minutos unir esos dos distritos. La comuna evaluará un mes el tránsito en la zona y analizará si puede incluir unidades de transporte público.
Tras una espera de más de cinco años, la construcción de los túneles Santa Rosa y San Martín, que conectan el Rímac con San Juan de Lurigancho (SJL), ha concluido. Ambas estructuras serán abiertas hoy al tránsito vehicular a modo de prueba por treinta días, informó a El Comercio José Justiniano, gerente de Proyectos de la Empresa Administradora de Peajes de Lima (Emape).
El funcionario detalló que esta medida se dará entre las 10 a.m. y las 4 p.m., únicamente para autos livianos y de carga de no más de 6 toneladas. Durante esta etapa de prueba, estará prohibida la circulación de vehículos con cargas explosivas, de transporte público, mototaxis y vehículos lineales.
“Estas pruebas permitirán a los conductores familiarizarse con la ruta antes de que empiece la etapa operativa. La comuna sacará conclusiones sobre si se debe poner más señalética. Además, si es conveniente que circulen vehículos de transporte público”, aseveró.
La comuna ha formado una comisión especial que se encargará del monitoreo directo y permanente de los túneles. Este grupo estará integrado por representantes de sus gerencias de Fiscalización y Transporte Urbano y por agentes de la Policía de Tránsito. Asimismo, habrá en la zona un servicio especial de grúa, auxilio rápido y extintores.
Ambos túneles tendrán dos carriles por sentido. Los vehículos que usarán el túnel Santa Rosa irán con dirección de oeste a este, desde el Rímac hasta SJL. Los que utilizarán el túnel San Martín irán en el sentido de este a oeste hacia el Rímac.
En la actualidad, las únicas rutas para salir de San Juan de Lurigancho hacia el Rímac son la Vía de Evitamiento y la avenida 9 de Octubre. En horas punta, puede tomar hasta 50 minutos ir de un punto a otro. La comuna calcula que con estos túneles el tiempo se reducirá a cinco minutos.
Para el arquitecto Miguel Ángel Torres, experto en infraestructura vial, esta reducción mejorará la calidad de vida de los que transitan estas rutas, pues pasarán menos tiempo en la congestión. Agregó que sería interesante que por esta ruta se planteara un bus alimentador para el corredor Tacna-Garcilaso-Arequipa, pues contribuiría a la integración del transporte.
Derrumbes y contratos. Una historia de retrasos
A inicios del 2010, durante el anterior período del alcalde de Lima Luis Castañeda, se anunció la construcción de los túneles. Las obras se iniciaron en diciembre de ese año, cuando la gestión ya estaba de salida. Dos meses después, con Susana Villarán como alcaldesa, ocurrió un derrumbe que paralizó la construcción. Entonces, la comuna decidió efectuar un nuevo proceso de licitaciones y contratos.
En octubre del 2012, se resolvió el contrato con la constructora Graña y Montero, encargada de los trabajos. En el 2013, se adjudicó nuevamente la obra, pero con un aumento al presupuesto inicial que ascendía a S/60 millones. En abril de ese año, un nuevo derrumbe afectó seriamente los túneles. En setiembre del 2014, se retomó la obra.
En abril del 2015, con Castañeda nuevamente en la alcaldía, el Concejo de Lima aprobó un aumento de S/19 millones en el presupuesto para culminar la obra.
19 de enero de 2016
Cerca de 20 mil vehículos transitarán al día por túneles Santa Rosa y San Martín
Los túneles Santa Rosa y San Martín, que unen San Juan de Lurigancho (SJL) con el Rímac, fueron abiertos ayer a modo de prueba durante treinta días por la Municipalidad de Lima. La comuna capitalina ha calculado que por esta nueva ruta transitarán diariamente unos veinte mil vehículos. Humberto Guzmán, gerente de Mantenimiento de la Empresa Municipal Administradora de Peaje de Lima (Emape), detalló a El Comercio que la comuna aprovechará esta marcha blanca para hacer ajustes a la señalización de la obra y de los lugares aledaños a ella.
Este Diario observó que en SJL, en la entrada y salida de los túneles —avenidas Perú y Rímac—, los peatones cruzan arriesgándose a ser atropellados por los vehículos que salen a velocidad de los túneles. Ello debido a la falta de señalización en las vías.
“La obra nos va a beneficiar mucho, pues esta es una zona de difícil acceso. Pero necesitamos que haya policías de tránsito y un control apropiado de la velocidad para prevenir accidentes”, afirmó Fernando Alarcón, dirigente vecinal de SJL.
Transporte público
El alcalde de Lima, Luis Castañeda, dijo que no descarta que la ruta también sea usada por unidades de transporte público. Fuentes de la comuna indicaron que se planea que por los túneles transiten buses del corredor Tacna-Garcilaso-Arequipa (TGA) y que estos conecten con la línea 1 del metro de Lima, que está a unos 900 metros de la obra.
Uldarico Martínez, presidente del consorcio TGA, explicó a este Diario que no hay ninguna propuesta formal del proyecto, pero que la idea de ampliar su servicio hacia ese lado de la ciudad “sería positivo, pero que se tienen que realizar los estudios de demanda correspondientes”.
“Las necesidades del transporte en SJL son enormes. Podemos observarlo diariamente en el tren eléctrico, que ahora incluso está pidiendo más vagones”, opinó Alfonso Flórez Mazzini, de la Fundación Transitemos, a El Comercio.
La demanda será también cubierta en parte por el corredor complementario San Juan de Lurigancho-Brasil, que recorrerá avenidas como José Carlos Mariátegui, Las Flores, Canto Grande, Abancay, Grau y la misma Brasil. “Con ambos corredores se repartirá bien la demanda del servicio del transporte público”, opinó Flórez, de Transitemos. A finales del 2015, la comuna firmó un contrato con cuatro consorcios para que transiten en el corredor de manera exclusiva.
El economista Jorge González Izquierdo explicó a El Comercio que estas mejoras en el transporte público impactan positivamente en la productividad de los limeños, pues disminuye tanto el costo económico como el tiempo destinado a trasladarse.
Datos
Población
San Juan de Lurigancho es el distrito con mayor población de la ciudad. Viven ahí cerca de 1.200.000 personas.