De acuerdo con un estudio de la Queensland University of Technology (QUT), los deportes extremos se han convertido en un fenómeno mundial. Por ende, debido al elevado aumento de usuarios, se está convirtiendo en una industria multimillonaria. En ese sentido, es fundamental que las personas que decidan practicar estas actividades sean conscientes de los beneficios y perjuicios que pueden generar.
Cabe establecer que los deportes extremos están asociados con la aventura y la sensación de peligro. “Se le cataloga como deporte extremo a una actividad física que despliega una serie de acciones relacionadas al riesgo. Todo deporte, por más recreativo que sea, tiene un nivel de riesgo. Dependiendo del nivel, se identifica si es de alto riesgo o bajo”, estableció Mario Reyes-Bossio, psicólogo deportivo e investigador de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
¿Cuáles son los beneficios de practicar un deporte extremo?
Según Reyes-Bossio, las personas que realizan este tipo de deportes no lo relacionan directamente con el tema de la muerte, pues lo que buscan es llegar más allá de su capacidad. “Para ellos, realizar estas actividades es una forma de superar sus límites y derrotar miedos. En ese sentido, el deporte extremo les genera fuerza mental y emocional, aparte de la física”, añadió.
Es preciso resaltar la diferencia entre actividad física, ejercicio y deporte. Por un lado, la actividad física hace referencia a todo movimiento del músculo esquelético. El ejercicio, por otro lado, es cuando se realiza la actividad de manera sistematizada. Finalmente, se le llama deporte a la actividad física que se hace bajo un sistema de competitividad.
A parte de los beneficios de esa naturaleza, realizar deporte también puede ser un beneficio para la salud mental. “Todo deporte es beneficioso para el estado anímico de las personas, al igual que la actividad física en sí”, enfatizó el especialista.
¿El deporte extremo puede tener consecuencias negativas?
En palabras del psicólogo deportivo, puede suceder que se descuiden otras actividades por realizar un deporte extremo y se genere un desajuste. “Existen factores asociados al deporte que pueden indicar obsesión. Por ejemplo, que el usuario consuma excesivamente sustancias permitidas o no permitidas para poder tener un mejor rendimiento”, añadió.
De acuerdo con el Centro Especializado en Adicciones de Barcelona, a pesar de que estas actividades no generan adicción en sí, el deporte extremo puede ocasionar cierto nivel de obsesión. Esto se debe a factores como la sensación de peligro, la constante búsqueda del placer y satisfacción, la liberación psíquica y el aumento de autoestima. Gracias a estos elementos, se provoca la famosa triada: seratonina, adrenalina y dopamina.
Las sensaciones que causan estos elementos pueden provocar que el deportista se acostumbre a sentirse de ese modo. Por ello, sentirán que necesitan cada vez más y más. No obstante, según Mario Reyes-Bossio, para considerar algo como ‘adictivo’, se tiene que analizar la intensidad y frecuencia con la que se realiza.
“El deporte extremo siempre será un reto. Si no se tiene bien claro o trabajado, podría mostrar índices de obsesión. Si una persona descuida su vida personal solo para continuar viviendo estas sensaciones, se tendrá que realizar un estudio clínico adecuado para proceder”, concluyó el experto.