Voces y propuestas

Los amantes de la Costa Verde, reunidos en la Audiencia de El Comercio Lima de Cara al Mar, demandaron que en esta zona se privilegie los usos de espacio público, donde se pueda pasear, correr, nadar, pescar y surfear sin que la vida corra peligro.

La oposición a que esta funcione como vía rápida y a que Emape, que depende de la Municipalidad de Lima, continúe con la construcción del tercer carril entre Miraflores y Barranco fue contundente en el coliseo Niño Héroe Manuel Bonilla, de Miraflores, el pasado jueves 12.

También lo fueron las voces que reclamaron la intangibilidad de los acantilados, respaldada por la Ordenanza 1414 así como las que dejaron en claro que la zona debe ser gestionada por una sola autoridad y con visión interdistrital.

“Cómo es posible que el único espacio maravilloso de contacto que tenemos con la naturaleza, la Costa Verde, sea el lugar que pocos peruanos se atreven a visitar. La costumbre indica que este siempre ha sido un espacio para la recreación, pero no lo visitan porque no tiene vías de acceso coherentes”, señaló Ricardo Hidalgo, de Salvemos la Costa Verde.

“Estamos en contra de que se destruya la Costa Verde. Hoy día la Municipalidad de Miraflores, en colusión con la Municipalidad de Lima, está dando el visto bueno para que destruyan nuestra Costa Verde y no tengamos espacios donde caminar ni disfrutar de nuestras playas”, dijo José Carlos de la Fuente, vecino de Miraflores.

Como destino

“No es compatible un espacio público de uso y disfrute como debería ser la Costa Verde con una carretera. Una carretera no puede ser un lugar querido”, dijo Mariana Alegre, coordinadora de Lima Cómo Vamos.

“La ciudad se merece un gran espacio público para disfrutar todo el año”, dijo Javier Alvarado, vecino de Barranco.

“No podemos tomarla como un corredor vial de paso sino como un destino”, puntualizó Pedro Flecha, del Club Waikiki, quien agregó que es necesario rescatar el Plan Maestro para gestionar la Costa Verde que proyectaba darle a esta zona una visión internacional con énfasis en el turismo.

Dotar la Costa Verde de bancas, ascensores, funiculares, un parque acuático, malecones, bebederos, servicios higiénicos y duchas fue el planteamiento de vecinos como Marcos Moya, de Surquillo.

“Somos campeones mundiales de surf porque tenemos la Costa Verde, porque la cancha es gratis. Estamos llenos de olas. Somos malos en fútbol porque no tenemos canchas. No toquen nuestro mar”, explicó Karin Sierralta, representante de la Federación Mundial de Surf, quien se sumó al pedido de los tablistas que se oponen a la construcción del tercer carril entre Miraflores y Barranco, el cual amenaza la existencia de las playas Redondo y La Pampilla II.

Pronunciamientos

La congresista Leyla Chihuán prometió apoyar a los activistas que luchan en defensa de las citadas playas y destacó la importancia del surf también como actividad que promueve el turismo.

“La Costa Verde debe ser una gran postal de Lima. Necesitamos una autoridad de la Costa Verde, que debió estar acá, que sea autónoma y suficiente, que la maneje como una unidad”, dijo Carlos Neuhaus, presidente de la Federación Nacional de Tabla.

“El tema de los tablistas no es ajeno. Se reconoce los logros que nos han dado este deporte. Esta playa tiene características para esto y debe preservarse”, se pronunció Flor de María Valladolid, gerenta de desarrollo urbano de la Municipalidad de Lima, quien prometió a los tablistas gestionar una exposición pública de los proyectos para la Costa Verde.

“Cualquier intervención que se haga en la ribera tendrá una implicancia directa en el mar y en el comportamiento de toda la actividad que se genera alrededor. La Marina de Guerra apoya las iniciativas de beneficio común que vayan de acuerdo a las normas”, sostuvo el capitán de navío Felipe Silva, capitán del puerto del Callao.