Hillary: Candidata de experiencia
Con el título “Difíciles decisiones”, la ex secretaria de Estado de Estados Unidos Hillary Rodham Clinton ha publicado hace pocos meses un libro donde narra sus experiencias políticas en el complejo encargo que le dio el presidente Barack Obama.
Sin lugar a dudas, el documento, impecablemente editado por Simon & Schuster, en el 2014, es un libro de campaña electoral en el que la política demócrata plantea su visión sociológica de la política exterior estadounidense en los años en que cumplió su delicada misión.
Dirigida principalmente a un lector que es un potencial votante, pero también al habitante occidental en general que busca informarse, le recuerda, sibilinamente, que es una mujer con amplia experiencia en los vericuetos de la política internacional y también en la doméstica, para lo que apela a sus años como primera dama en la Casa Blanca.
Salpica la narración con anécdotas de situaciones cotidianas y hogareñas con la evidente intención de barnizar su condición de política con un sutil toque humano.
Pasajes interesantes narra la autora en su enfrentamiento con la memoria, cuando recuerda los momentos tumultuosos que tuvo que enfrentar al dirigir la diplomacia norteamericana.
“Todos enfrentamos decisiones difíciles en nuestras vidas”, nos dice la autora en el inicio del libro y luego en más de 670 páginas pasa a narrarnos cómo, con el presidente Obama, tuvieron que restablecer alianzas astilladas, relativizar dos guerras y lidiar con una de las crisis financieras más agudas del siglo XXI por la que ha pasado Estados Unidos.
En ese período tuvieron que enfrentar el crecimiento descomunal de China y su amenaza de dejar rezagado a Estados Unidos, así como las crecientes amenazas de Irán y Corea del Norte con el telón de fondo de los procesos revolucionarios que se gestaron en el Medio Oriente y su Primavera Árabe, pasando por el envío de soldados a Afganistán y Libia con las consabidas tensiones, vistas por el mundo entero, que se dieron en la eliminación del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden.
No obvió la campaña electoral, con los respectivos pullazos mutuos que tuvo que enfrentar contra el candidato Barack Obama.
Especial interés guardan para los latinoamericanos los términos en los que se refiere a nuestra región. Latinoamérica fue el escenario de una batalla ideológica entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y Cuba es el ejemplo más palpable de lo encarnizado del combate.
Ahora, a pesar de la corta distancia temporal de los acontecimientos, la autora nos habla con un espíritu autocrítico y premonitorio de los errores que se cometieron en estos aciagos años: los crueles regímenes dictatoriales que Estados Unidos auspició, protegió y en algunos casos, como el del Chile de Pinochet, veladamente respaldó.
En el libro se explica claramente cuál sería la política exterior estadounidense en la eventualidad de que Hillary Clinton asumiera la primera magistratura de su país y también se insinúa, a pesar de haber sido publicado antes de la decisión sobre el acercamiento con la Cuba actual, el respaldo que le da al paso histórico de Obama y Raúl Castro.
Ciertamente al final de su gestión, la secretaria Clinton ha visitado 112 países, volado más de un millón de millas y obtenido una invalorable experiencia para desempeñar el alto puesto político que ahora está tentando