La colectividad aliancista vuelve
Dos victorias consecutivas son como decir que una golondrina no hace un verano. Pero en el fútbol sirve para recuperar crédito y confianza; factores fundamentales para que un equipo empiece a caminar. A partir de ello Alianza Lima tiene que potenciar sus virtudes y reducir drásticamente sus debilidades, que todavía las tiene. Y claro, los árbitros también juegan.¿Qué les parece si empezamos por lo que todavía no tiene solución? Está el juego de pelota parada y defensa aérea. Pacífico no tuvo un mejor resultado porque no quiso. ‘Margarito’ Rojas en más de dos ocasiones y el propio ‘Cóndor’ Mendoza se pudieron elevar a sus anchas ante la falta de aplomo de Luis Trujillo y de Diego Donayre.
No es posible que un equipo que tiene que defender como dicta su condición de grande ofrezca esas licencias. Otros equipos no perdonan. Y en el camino de Wilmar Valencia hacia la recuperación de su liderazgo, tiene que incidir en eso porque hace muchos partidos que nos joden de la misma forma.
Es verdad que el árbitro de ayer fue un desastre. Robert Rafael hizo un mal cálculo de lo que podría ocurrirle si se inclinaba por el equipo grande y todo lo que se dijo de Henry Gambeta, por el gol que no le validó a León de Huánuco el 5 de mayo. Rafael hizo todo al revés: no cobró el penal a Reyna, no cobró el adelanto de Mendoza en el gol del empate de los rosados, expulsó exageradamente a Edson Uribe, pitó un off side inexistente a Reyna… ¿seguimos?
El tema es que Alianza ha podido entender que solo con una colectividad fuerte puede hacerle frente a las injusticias. El individualismo estaba terminando con el equipo y ahora hubo más solidaridad en el campo. Está el trabajo de Wilmer Aguirre, por ejemplo, un jugador cuya imagen de goleador puede verse afectada por la nueva labor que tiene ahora en el equipo, casi solo un carrilero. Se ubica metros lejos del área y sus posibilidades de gol son cada vez más remotas.
Pero hay que jugar en equipo. Ayer vi más suelto a Sergio Peña. Tiene un pie estupendo y si sigue sumando confianza cada vez le será de mucha más utilidad a Valencia. Eso sí, debe ganar en velocidad y reacción porque todavía no tiene ese vértigo necesario para ser peligroso. Su comentada venta al Udinese y su préstamo al Granada, son cuestiones que todavía no están cerradas. Me comentan que al menos hasta fin de año tendría que quedarse en Matute. Es lo que se está manejando.
OJO CON YORDY
Reyna es el jugador en el que están cifradas las esperanzas de Alianza. Ayer volvió al gol de manera casual, pero su mérito fue no abandonar la jugada en el gran pase que le puso Albarracín. Sin embargo me preocupó que terminase el partido tan desgastado. Es cierto, comprendo que lo patean y que lo golpean sin que los árbitros protejan al habilidoso, pero hay además una carga de partidos que no se puede soslayar.
Reyna no hizo pretemporada este año. Estuvo en el Sudamericano Sub 20 y fue el de más producción. Volvió a Lima y Alianza lo reclutó de inmediato. Desde ahí no ha parado y la factura podría llegarle en cualquier momento. La alerta es para el comando técnico para que le diseñen un trabajo físico especial y para que lo recuperen. Mucho dependerá también del jugador, que sepa aprovechar sus horas libres y sus horas de sueño, así como su alimentación. Porque parar no puede. Ni debe. El fútbol de alta competencia ahora exige ese tipo de sacrificios y ojalá lo sepa entender y que su representante se lo sepa meter en la cabeza. Si no lo hace, pronto, rapidito se va a romper.
TRIUNFO LEGÍTIMO
Me quedo con el golazo de Jhonny Vidales. No es un jugador que me agrade al 100%, pero ayer hizo lo que debería hacer toda la vida. Tenerse fe. Escogió el remate más difícil de todos y clavó a Vegas y le dio el triunfo al Alianza. ¿Si creo que lo deben vender? Mi opinión es que es uno de los prescindibles junto a Coco Bazán.
Me pongo de pie con el partido que hizo Albarracín. Mejoró mucho en el pase final y habilitó varias veces a Reyna. Está un pasito delante de los otros que pelean por la primera línea de volantes (Ciucci, Beltrán y Uribe). Tiene el plus de su remate de larga distancia y la mejor entrega de pelota.
LA LEY
Muchos socios han iniciado una campaña para que Alianza no sea convertida en SA. Se les entiende, pero yo no comparto con quienes pretenden que el club regrese a su modelo societario anterior, obsoleto y propenso al caos y la corrupción.
Son 26 millones lo que debe Alianza Lima, una que cifra manejable para una institución tan grande y con un capital inmenso, no solo por la infraestructura sino por el valor comercial de su marca, su impacto social y su arrastre en todo el país.
Sin embargo ya llegamos a un punto en que el Estado intervino el club y eso no tiene marcha atrás. Ninguna página web o red social podrá modificar lo que se viene, así que dichos mecanismos son luchas inútiles.
¿Por qué los señores socios no se dan una vueltita por la avenida Abancay –si es que en verdad les interesa mucho el tema- con su propuesta entre manos e ingresan al Congreso para intentar alguna modificación a la ley? Espero que lo estén haciendo.
Es verdad que esta ley favorece más a la ‘U’ –cuya deuda es impagable- así que ellos tendrán que ser gerenciados. Sunat, probablemente, se cobrará con el ‘Lolo Fernández’ y las demás acreencias seguirán sus litigios y cobranzas a través de un gerenciamiento.
Pero si Alianza como masa societaria y civil no realiza ninguna acción inteligente en estas horas (reitero, acudir al Congreso para luchar por una mejor propuesta por escrito), entonces sí será puesta en manos de capitalistas. No sé si detrás de esto esté el demonizado ‘Siomi’ Lerner, o Claux o Farah, pero –insisto- no hay marcha atrás en la intervención del Estado.
Ahora: más allá de que el club sea puesto en manos de capitalistas y/o inversionistas ¿tan malo es que se cambie de modelo de gestión hacia otro –por lo menos- más formal y ordenado que el anterior dónde si no habían ganancias o resultados tampoco habían responsables punibles?
Franco, Dávila, Claux, Lerner, Farah… ¿volvemos a la lucha de apellidos en Alianza? ¿Tanto nos gusta el cacicazgo? Ni siquiera una reforma de estatutos aseguraría la ‘presidencialitis’ de cualquier socio que llegue al poder y que quiera dominar su directorio, afiebrado por la fama que produce estar en el sillón del club más popular del país.
Por eso se hace imperativo que los socios den señales firmes de cambio y proactividad verdadera. Vigilar a la nueva ley y no sacar el ojo de quienes sobrevuelan el club como buitres, pero tampoco detener el cambio porque lo anterior fue la podredumbre más grave de la historia del club a todas luces.
La seguimos en Twitter @elkinsot_DT
[La mejora de Alianza en Huacho fue evidente. Tuvo que ver con la solidaridad del equipo en todas sus líneas. Fuente CMD]