¿Llegó la anunciada enfermedad X?
Durante la última semana, el comportamiento de la epidemia de Covid-19 ha mostrado cambios que merecen ser analizados, y es momento de preguntarse si esta es la misteriosa enfermedad X de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En mayo del 2016 –y a raíz del severo brote de ébola del 2014–, la Asamblea Mundial de la Salud, órgano de la OMS, aprobó el Plan Maestro de Investigación y Desarrollo (R&D Blueprint), que tiene como fin preparar al mundo contra una severa pandemia.
Ese documento detalla las acciones de los ministerios de salud de los diversos países para enfrentar una pandemia, y empieza listando algunas enfermedades infecciosas que tienen el potencial de volverse este tipo de emergencia internacional. La lista, actualizada por última vez en febrero del 2018, incluye la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, el ébola, la enfermedad por el virus de Marburg, la fiebre de Lassa, los coronavirus del síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), el Nipah, las enfermedades henipavirales, el zika, la fiebre del Valle del Rift y la enfermedad X.
Esta última causó un enorme revuelo mediático, pues se pensó que correspondía a una nueva enfermedad. La OMS aclaró que la enfermedad X no existía y que era un término acuñado para dar nombre a una posible pandemia, causada por un patógeno aún desconocido. En otras palabras, es un concepto, no una enfermedad puntual.
Tiene sentido entonces –como lo advertimos en un artículo anterior– que ante la expansión del Covid-19 a otros países, los expertos se pregunten si la humanidad está frente a la hipotética y misteriosa enfermedad X.
LA ENFERMEDAD
Se sabe que el 80% de los casos de Covid-19 son leves, al causar síntomas de un ligero resfrío. Se estima que el 15% desarrolla una neumonía que exige un tratamiento especializado, y el 5% presenta una grave enfermedad pulmonar que ocasiona falla multisistémica, con una mortalidad general del 2% al 3%.
La complicación pulmonar se desarrolla, súbitamente, siete días después de los primeros síntomas, cuando parece que el resfrío ya está pasando. Las personas más afectadas son los mayores de 55 años y los que sufren de enfermedades crónicas, como presión alta, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas. Los hombres mueren más que las mujeres.
El virus es moderadamente contagioso, se considera que una persona infectada puede infectar a otras dos o tres. Su contagio es igual que el de la gripe: respirando pequeñas gotitas de secreción mucosa originadas al toser y estornudar, y llevando las manos sucias a la boca o los ojos. No se ha descartado que el virus pueda transmitirse por la vía oral. Al igual que otras infecciones virales, el contagio se iniciaría antes de presentar síntomas, lo cual aumenta el número de casos.
DISTRIBUCIÓN DE LA ENFERMEDAD
En el día 55 de la epidemia, y al cierre de esta edición, se han registrado 78.966 infectados y 2.469 muertes (3,1% de mortalidad). Demostrando el enorme trabajo de contención que ha hecho China, el 97,5% de los casos y el 99% de las muertes siguen localizados en ese país, aunque la ventana de oportunidad para controlar la epidemia ahí parece estar ya pasando. Eso se debe a que la semana pasada se han empezado a presentar casos autóctonos en países sin ninguna conexión aparente con personas que hayan estado en Wuhan o alguna ciudad china afectada. En Irán hay 43 casos y ocho muertes. En Corea del Sur son ya 602 los infectados y seis los fallecidos, lo que ha llevado a su presidente a elevar el nivel de alerta a rojo. Japón presenta 146 casos y una muerte. En Italia hay 149 afectados, tres fallecidos y 11 municipios en cuarentena, incluso se ha suspendido el carnaval de Venecia y tres partidos de la Liga Italiana de fútbol en Lombardía y Véneto.
EE.UU. alberga 34 casos, y la Casa Blanca está preocupada por el impacto del nuevo coronavirus en las elecciones de noviembre, motivo por el cual ha pedido fondos al Congreso. En Inglaterra, las autoridades pidieron que las personas con resfrío no vayan al centro de salud y soliciten un médico a la casa para evitar el contagio.
En total, son 29 países a los que el virus ha llegado, y llama la atención que no hay ninguno en África ni en América Latina.
Sin duda, esos datos indican que el nuevo coronavirus está ya presente en muchos territorios, y ante la falta de pruebas diagnósticas, podría ocurrir que algunos casos estén siendo confundidos con la gripe, enfermedad que solo en EE.UU. ha causado 29 millones de contagios, 280.000 hospitalizaciones y 16.000 muertes en los últimos cuatro meses.
¿ESTÁ EL PERÚ PREPARADO?
Inmersos en combatir el dengue, con un sistema de salud sobresaturado, con pocas unidades de cuidados intensivos, carencia de materiales básicos, pasillos atiborrados y baños sucios sin agua, jabón ni papel, es muy difícil asumir que estamos preparados para enfrentar el Covid-19.
Si se produjeran 50, 100 o 200 casos de graves neumonías que requieran unidades de cuidados intensivos y estrictas medidas de aislamiento y protección del personal médico, como vemos en hospitales chinos y de otros países, ¿dispondríamos de miles de mandiles, máscaras descartables y unidades de aislamiento para proteger al público y trabajadores de la salud? ¿Tenemos capacidad para hacer miles de pruebas diagnósticas?
COLORARIO
Ante la eventualidad de una pandemia, los ciudadanos estamos a merced de lo que las autoridades de salud pública puedan hacer para asegurar una atención médica pronta y de calidad. Mientras tanto, y sin caer en el pánico, debemos protegernos lavándonos las manos frecuentemente, quedarnos en casa si estamos resfriados, evitar lugares muy concurridos, cubrirnos la boca y la nariz con papel al toser y al estornudar, y evitar el virus de la desinformación, informándonos con medios de confianza.
Sin duda, podríamos estar frente a la enfermedad X.