Reflexión y esperanza por el Día del Idioma
Hoy se celebra el “Día del idioma nativo” y no me interesaría –tal vez- si no me hubiera mudado a Cusco. Acá aprendí algunas cosas, o “desaprendí” mejor dicho, lo que mal me enseñaron. Voy a ser sincero: cuando era chibolo choleaba (estilo me llega al pin** tu filtro), creía que Lima era lo mejor y que provincia era sinónimo de “atrasado”, que el quechua ya no existía y que Estados Unidos era el mejor lugar del mundo (nunca fui sino hasta los 25 años). Pero no era una mala persona. Solo era ignorante.
Escribo esto y ya no me avergüenzo, me libero. Cuando llegué a Cusco empecé a ver el mundo de otra manera, y que todos éramos una sola cosa, dando vueltas errantes en un lugar llamado planeta tierra. Aprendí de las personas que antes “choleaba”, vi que de donde comen dos comen siete, que las puertas de la casa están abiertas. En Cusco aprendí que guardar es morir y compartir, ser feliz.
Les cuento esto porque me siento conmocionado. Creo que hoy es un día importante porque pocos sabemos que en Perú se hablan 47 lenguas diferentes. Seis millones de personas -uno de cada cinco peruanos- no habla castellano como lengua materna. Eso es un montón de gente. Arguedas vio con claridad que la diversidad es nuestra riqueza pero es extraño cómo aquello ha sido nuestro problema. Es curioso también cómo, en nuestras relaciones personales, no aceptamos la diferencia. Sin embargo el otro nos enseña, nos completa, y nosotros a este.
Acá en Cusco todavía existe gran discriminación y naturalmente, los limeños somos caseritos. Cuando nos imitan dicen “alucina weón”, “manya broder” con voz de creídos. Claro que tampoco ayudamos mucho, porque a veces nos portamos tal cual, tapándonos la nariz cuando algo nos “apesta”. Confieso que me ha dolido muchas veces sentir esa discriminación, aunque sé que me lo merezco. Pero eso está cambiando.
La música transforma, vuelve digeribles – y hasta bonitas- todas nuestras verdades. Por eso el portal de rock contemporáneo del Perú, Rock Achorao, ha sacado un compilatorio alucinante de 22 intérpretes peruanos cantando en idiomas del Perú. Creo que de corazón que este puede ser un día histórico, que es un nuevo paso para reconciliarnos, los cusqueños con los limeños, los blancos con los cholos, los de Comas con los de La Molina, los peruanos con los peruanos. Los terrícolas, en general. ¡Descarga ya!
Lelos, descarguen el disco y escúchenlo por favor. Es un hermoso testimonio de lo que somos hoy: diversos, ricos, divertidos, creativos, conscientes y más. Solo tenemos que recordar que esta tierra es sagrada. Por las letras de nuestros idiomas viaja nuestra historia, nuestra forma de ser, nuestra alegría, nuestra pena, nuestras leyendas, nuestras recetas, nuestra música, nuestras ilusiones, nuestros fracasos, nuestro éxito, nuestros padres, nuestros hijos, nuestra memoria.
La colección tiene a bandas de todo el país, entre las más conocidas está La Corporación, Uchpa y La Sarita. Los géneros: hay para todos los gustos y disgustos. Como es de esperarse, todo se mezcla, todos se revuelven y sale algo multicolor, que en realidad somos nosotros. El nombre del disco es “Mana Wanaq”, que significa “los que no escarmientan”, lo que no me cuadra mucho, creo que se pudo poner un nombre mejor. Pero cito el estado de Facebook de uno de los gestores: “Pese al dolor de los últimos tiempos, sé que mañana (27 de mayo) el Perú va a ser un poco mejor. Mañana se hace historia. Paqarinkama”.
Me emociona también ser parte de esto tocando con una de las bandas que aparece en el disco, realmente me siento parte de algo y sentirse así alimenta el corazón de esperanza. Conozco de cerca la gente que está chambeando en esto y sé de su esfuerzo, de su emoción e ilusión en un país más justo para todos.
Creo que los días de la supremacía del castellano están terminando, que el Perú será un país más relajado, horizontal, aún con su complicado terreno de montañas puntiagudas. Creo que pronto nos dejaremos de cholear o “alucinar” mal. Creo que ya lo estamos haciendo. Creo que ya está pasando en este momento. Creo que pronto el mejor amigo del peruano podría ser otro peruano.
¡KUSA!
(Chévere, en quechua)