Acho cumple un cuarto de milenio el próximo sábado 30 de enero
Aniversario histórico que no debe limitarse a rememorarlo, sino mucho más importante, a relanzar Acho.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
Esta semana la Plaza de Acho cumple nada menos que un cuarto de milenio. 250 años a lo largo de los cuales ha sido, ininterrumpidamente, una copela cónica en cuyos tendidos se han fundido, hasta convertirse en una amalgama, las diferentes culturas y las múltiples clases sociales de diez generaciones de peruanos. Crisol en el que la multiculturalidad y el mestizaje que caracteriza a nuestro país han convivido y prosperado, reproduciendo en pequeña escala lo que es el Perú.
Acho es un majestuoso monumento vivo, que late al son de la ciudad. Una joya arquitectónica augusta y venerable. Pero los años no pasan en vano. Hoy, el mejor homenaje que se le puede hacer a semejante ágora de la cultura nacional es repensar su funcionamiento, adaptándola a la realidad de los tiempos que corren y a las exigencias y necesidades de sus actuales usuarios.
EN EL SIGLO XVIII
En 1765, Agustín de Landaburu y Rivera otorgó poder, en su hacienda cañetana de Arona, a su cuñado Juan José Belzunce, para que este solicitase al virrey Amat la autorización para construir en el sitio que llamaban “del Acho” una plaza de toros. “Acho” entonces, “hacho” ahora, es según la Real Academia de la Lengua “sitio elevado cerca de la costa, desde donde se descubre bien el mar”. Hoy no es obvio; pero entonces, en una Lima sin edificaciones elevadas, salvo sus iglesias, desde las faldas del Cerro San Cristóbal se podía ver claramente el puerto del Callao. Pocos años más tarde se construyó, muy cerca a la Plaza de Armas, la Casa de Osambela. El arquitecto Héctor Velarde descubrió que desde la cuarta planta de un pequeño minarete en dicha casa, el banquero Osambela observaba con un catalejo la entrada de buques al Callao, adelantándose en sus operaciones comerciales a sus competidores.
En junio de 1765, Belzunce firmó el contrato de concesión con la administración virreinal, donde se estipulaba que Landaburu celebraría corridas los tres días de carnavales y los jueves previos a dichas fiestas. En 1766, los carnavales empezaron el sábado 8 de febrero. Por lo tanto, la plaza −aún no concluida− se inauguró el jueves 30 de enero con un primer festejo taurino.
El costo total de Acho ascendió, finalmente, a 84.896 pesos. Sumando el palco para el virrey (10.414 pesos) y el costo de las pilas para la alameda –que debía el hermano de Amat y lo exigía del contrato−, totalizó 107.609 pesos. Monto considerable, tomando en cuenta que el peso español fue de curso legal en los Estados Unidos hasta 1857 y entonces equivalía a un dólar. Inversión de alrededor de 15 millones de dólares actuales. Tras esa inversión y según el contrato, la plaza revertiría al Estado al cabo de 97 años; es decir, en 1863. Pero al morir sin descendencia el único hijo de Landaburu y habiendo muerto ya su tío Juan José Belzunce, Hipólito Unanue, su albacea, la transfirió en 1831, mucho antes de vencerse dicho plazo, al Hospicio de Pobres y de allí pasó a la Beneficencia de Lima (hoy SBLM).
EN EL SIGLO XXI
La SBLM ha anunciado que convocará una “licitación internacional” para arrendarla. Término inapropiado, pues la Ley 29151 de Bienes Estatales, así como su reglamento, hablan de subasta pública. “Licitación” es para adquirir bienes para el Estado. Esa decisión de la SBLM genera muchas interrogantes y muy probablemente, la SBLM no tiene las respuestas.
¿Sabe la SBLM qué necesita Acho, al cabo de sus 250 años? ¿Tiene la fórmula para cambiar las bases de la subasta, logrando que las entradas bajen de precio, al menos, en 35%? ¿Hay un cronograma para la subasta y cuál es el plazo máximo para suscribir el contrato de arrendamiento? ¿Quién en la SBLM sabe del complejo tema empresarial taurino para elaborar las bases, requiriéndose un cambio sustancial del modelo utilizado hasta hoy, ya agotado?
¿Esas incógnitas y las del recuadro podrían estar definidas y resueltas en menos de 60 días, incluyendo plazos de convocatoria, consultas, observaciones, impugnaciones, etc.? ¡Imposible!
Acho requiere de un año de transición y reacomodo que asegure que la feria del Cuarto de Milenio sea exitosa, aprovechando ese lapso para arreglar todo lo necesario y hacer unas bases inteligentes y efectivas, mientras la SBLM se ocupa de lo pendiente, ya enumerado –que es mucho−, buscando personas interesadas en participar en una asociación en participación, que financien y gestionen una feria memorable este año, con las debidas garantías para la SBLM; la Ley 29151 lo permite. Así, convocarían una subasta bien estructurada a mediados de 2016, o adoptarían una iniciativa público privada, o lo que se decida como mejor solución para que el inmueble más valioso de la SBLM florezca nuevamente al cabo de 250 años de vida.
El aniversario notable exige soluciones inteligentes.
LO QUE ACHO REQUIERE
INCÓGNITAS QUE DEBE RESOLVER LA SBLM
¿Qué empresa extranjera, en su sano juicio, arrendaría una plaza que no se puede utilizar todo el año por el entorno ruinoso que la rodea y por no haber, entre otras cosas elementales, suficientes estacionamientos cerca?
¿Ha desarrollado la SBLM, con la Municipalidad de Lima, un proyecto para recuperar el lamentable entorno de Acho y remozar la plaza?
¿Cómo limitar la participación de empresas que no gozan de la aprobación de los abonados?
Por último y lo más importante: ¿Cómo hacer todo ello para lograr firmar el contrato de arrendamiento, como máximo, a fines de marzo, porque de otra forma no habrá manera de que la feria de 2016, la del Cuarto de Milenio, fuese lo exitosa que Acho requiere para revalorizar su marca?
¿Cómo erradicar o al menos neutralizar a la Municipalidad del Rímac para que no pueda seguir con prácticas confiscatorias y abusivas (multas excesivas y sin sustento, obstrucción e imposición de dificultades, exigencia injustificada de centenares de entradas gratuitas que nadie fiscaliza; todo ello, traducido en mayores costos de las entradas para el público) y percibiendo un 10% de impuesto municipal a cambio de nada?
ACHO REQUIERE DE ACCIONES DECIDIDAS E IMAGINATIVAS DEL ALCALDE LUIS CASTAÑEDA
Un monumento que es la base para que Lima sea Patrimonio de la Humanidad necesita de un alcalde de Lima que tome el toro por las astas.
El alcalde de Lima, Luis Castañeda, pone o quita en la Beneficencia de Lima (SBLM). En su partido y aprovechando su estela ganadora antes de las elecciones municipales, se refugió el actual alcalde del Rímac, Enrique Peramás, que fue reelegido solo porque contaba con el apoyo de Castañeda y del actual presidente de la SBLM, Martín Bustamante.
Castañeda tiene la sartén por el mango en lo referido a Acho. El alcalde de Lima no es aficionado a la tauromaquia. Pero independientemente de que lo sea o no, no le es posible abdicar, mirar para otro lado o guardar su habitual e impasible silencio respecto a semejante monumento.
La renovación del entorno urbano de Acho depende de él. Las decisiones respecto al futuro inmediato y mediato de la plaza, están bajo su decisión. No cabe jugar “al muertito” o seguir dentro del marasmo histórico de la SBLM. Debe cambiarse el rumbo de la plaza, rediseñando su forma de arrendamiento. Se necesitan soluciones imaginativas y audaces dentro de lo que la Ley 29151 de Bienes Estatales permite. Los 250 años son la oportunidad para ello.
Acho necesita 2.600 estacionamientos; para comenzar, habilitando los patios de colegios cercanos, proporcionándole ingresos a esas escuelas. Reconstruir y recuperar las ruinas en las que se han convertido los inmuebles que rodean el coso. Una renovación urbana audaz y ejemplar que brinde seguridad a los espectadores. La plaza necesita ser remozada a fondo, eliminando tuberías inútiles que humedecen su estructura, reconstruyendo las arquerías de madera, ampliando y poniendo en valor el museo, mejorando los restaurantes y remodelando los corrales y otras zonas de la plaza.
Asimismo, recuperar e integrar el Mirador de Ingunza e inmuebles aledaños, cuyo plazo para iniciar la expropiación dejó pasar negligentemente el alcalde del Rímac, en enero de 2013.
EXPROPIAR EL MIRADOR
−La Ley Ley 29650 le permitía al Alcalde del Rímac, Enrique Peramás iniciar el proceso de expropiación, hasta enero de 2013.
−Negligentemente, Peramás no inició el expediente; bastaba solicitar una tasación de los inmuebles. ¡Imperdonable!
NOTICIAS DEL MUNDO TAURINO
MÁS TRIUNFOS
Andrés Roca Rey triunfó en León esta semana
Andrés Roca Rey triunfó una vez más. El miércoles lo hizo en León, México, cortando dos orejas al tercero de la tarde, al que se le dio la vuelta al ruedo. Silveti, que alternaba con él, también cortó dos orejas al quinto y ambos salieron en hombros. Urdiales fue aplaudido. Al mismo tiempo, se confirmó que el 5 de marzo toreará en Castellón, mano a mano, con López Simón, con juampedros y que en abril estará en magníficos carteles en la Maestranza de Sevilla.
Plaza de Toros de La Luz, en León, Guanajato, México.
Toros de Mimiahuapam; al tercero de le dio vuelta al ruedo.
Diego Urdiales: ovación y ovación
Diego Silveti: silencio tras aviso y dos orejas.
Andrés Roca Rey: dos orejas y ovación.
https://vimeo.com/152528262
ESPLÁ REAPARECE
Diseñando el decorado de Arles y toreando la goyesca
Luis Francisco Esplá (59 años en setiembre), retirado desde hace varios años, retornará a los ruedos una sola tarde, el 10 de setiembre, en la goyesca de Arles, pero en una doble faceta. Por un lado, diseñando –es un talentoso pintor aficionado− la decoración del coliseo romano para dicha corrida y además, actuando mano a mano con el diestro francés Juan Bautista, que también es el empresario de la plaza, con toros de Zalduendo. Gran acontecimiento.