Primera corrida de feria: triunfo de un inspirado Galdós (con videos)
Roca Rey no pudo salir en hombros al fallar con la espada
Joaquín Galdós cortó tres orejas ● Salió de Acho en hombros ● Roca Rey cortó una y perdió las del quinto al pincharlo.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
Ayer, en Acho, dos jóvenes peruanos, de 21 y 22 años, tenían un importante compromiso ante un maestro como Enrique Ponce, que, con 28 temporadas a cuestas, torea mejor que nunca.
Cuando Ponce tomó la alternativa, ninguno de los dos había nacido aún. Andrés Roca Rey se reencontraba con la afición peruana que vive sus éxitos en España como propios. Joaquín Galdós necesitaba un triunfo en Lima para afirmarse en el Perú.
Al caer la noche la gente abandonó Acho encantada con el gran triunfo de Joaquín y lamentando que, tras torear tan bien, Andrés hubiera pinchado al quinto, por lo que no pudo salir en hombros con Galdós.
La que, sobre el papel, era la corrida más interesante de la feria, fue una muy buena tarde.
Pero a pesar de lo bueno que −en general− resultó el festejo, el público reclamó, con razón, que una corrida tan interesante se hubiese deslucido con la escasa presencia de los toros españoles de Daniel Ruiz. Aunque, a decir verdad, su clase y movilidad hizo posible lo que ayer se vio en Acho.
Debajo de estas líneas vea los videos de la corrida.
—El triunfo de Galdós—
Joaquín estuvo en su tarde. No solo inspirado; también decidido y toreando con enorme clase, mucho gusto y con la hondura que conquista a un público artísticamente sensible como el de Acho; o al menos, el de un sector de nuestra plaza.
Pero ello no fue todo; lidió con la mente despierta y las ideas claras. Fue capaz de pensar ante la cara de los toros. Al tercero lo entendió; se dio cuenta de su clase y lo toreó en series largas, de muchos muletazos ligados, algo clave para emocionar al público.
Al sexto, percatándose de su calidad, pero que por el derecho le costaba meter la cara, lo toreó por ese lado a media altura, aprovechándolo al máximo. También vio que el sexto metía mejor la cara por el izquierdo y lo toreó de forma soberbia con la zurda y mejor aun de pecho.
Cuajó magníficas verónicas y en el sexto, en busca del triunfo a como diera lugar, hizo algo no habitual en él: lo fue a recibir, de rodillas, a portagayola.
Mató bien a ambos. Ligeramente desprendida, aunque fulminante, la estocada al tercero y perfectamente colocada la del sexto.
En el tercero obtuvo una oreja, siendo faena de dos; grueso error del presidente de plaza al no otorgar la segunda. ¿Qué más pudo haber hecho Galdós a ese toro para merecer dos trofeos?
Cortó dos al sexto y el ansiado triunfo: la salida en hombros de su Plaza de Acho.
—Andrés Roca Rey—
Se pitó al segundo de salida y Andrés, hábilmente, lo llevó a los medios y por chicuelinas hizo que el público se olvidase del escaso trapío del torete. Lo recibió en los medios con sus habituales cambiados por la espalda, emocionando a la gente. Lo mejor de la faena, los derechazos de mano muy baja y largo trazo que el toro tomó con codicia al comienzo, para luego rajarse. Andrés se pegó un arrimón en tablas, enlazando –clavado en la arena− pases de las flores, circulares y arrucinas, seguidas por luquesinas y bernadinas.
Mató de estocada efectiva aunque caída y cortó una oreja; dos hubieran sido un exceso por la colocación del estoque.
Al quinto le hizo un quite escalofriante por saltilleras; el toro no se lo llevó por delante de milagro. La faena de muleta fue una composición virtuosa de temple, derechazos de mano muy baja y un dominio absoluto sobre el toro que empezó protestando y rebrincando, para terminar entregado y embistiendo de largo. Los gases lacrimógenos que la policía lanzó a los antitaurinos afuera de Acho ingresaron a la plaza y tuvo que torear con una toalla húmeda en la cara. Al perfilarse para matar, un desadaptado, en los altos del tendido 12, que se debe creer muy entendido, pegó un bocinazo y lo desconcentró. Perdió las dos orejas al pinchar dos veces antes de dejar un estocadón.
—Enrique Ponce—
Le tocó el peor lote. El primero se recostaba por el izquierdo desde que lo toreó de capa. Pero por el derecho, a pesar de las protestas por su escaso trapío, le cuajó una gran faena. Mató mal y todo quedó en una ovación.
El cuarto tuvo clase y movilidad, pero poca fuerza. Tras varias caídas del toro, el público no dio importancia al trasteo.
EL GANADO DE AYER
Se lidiaron toros españoles de Daniel Ruiz, con divisa verde y amarilla, de procedencia Jandilla, de encaste Parladé Domecq. Con buenas hechuras, bajos de agujas y serios por delante.
Pero de tan bonitos y tan bajitos, resultaron tener poca presencia para una plaza como Acho, que es de primera y con un ruedo muy amplio. Cierto que importar toros españoles representa un costoso esfuerzo para la empresa, pero siendo Acho una plaza con entradas tan caras, el público exige −con todo derecho− astados con más trapío. También es cierto que los pesos que figuraban en la pizarra, al ingreso de la plaza, tan cercanos a los 450 kilos, condicionó a parte del público. No habían visto el ganado y decían: “Deben ser novillos”.
Se pitó a varios de salida. Un sector de la plaza protestó los brindis al público de los diestros, entendiendo que ese ganado los desmerecía. Sin embargo, tuvieron clase y movilidad. Eso y las buenas faenas de los dos peruanos, así como la del primero de Ponce hizo olvidar al público, momentáneamente, el poco trapío de la corrida.
Travieso. Número 16, 459 kg, negro listón. Bien armado, pero muy justo de presencia. Ligeros pitos de salida. Recibió un breve puyazo; no se le vio en el caballo. Tuvo buen lado derecho, pero desde que salió se recostaba y se quedaba corto por el izquierdo.
Nigeriano. Número 72, 450 kg, negro zaino. El de menor presencia. Pitado con fuerza. Con clase, pero bajo de raza. Se rajó y terminó en tablas.
Asistente. Número 68, 451 kg, negro bragado y meano. Con poca presencia. Bien armado, tuvo mucha movilidad.
Niñero. Número 66, 462 kg, negro zaino. De poca presencia y escaso de fuerza, aunque con clase.
Enemigo. Número 73, 452 kg, negro listón y meano. Bien armado. Con movilidad, permitió una larga y exigente faena.
Golondrino. Número 57, 461 kg, castaño. El más cuajado. Le costó humillar por el derecho, pero tuvo un mejor lado izquierdo; con movilidad, soportó una larga faena.
FICHA DE LA CORRIDA
Plaza de Acho, domingo 5 de noviembre de 2017.
Primera de Abono. Plaza llena.
Enrique Ponce (España), de negro y oro: ovación y silencio tras aviso
Andrés Roca Rey (Perú), de gris y plata: oreja y palmas
Joaquín Galdós (Perú), de burdeos y oro: oreja y dos orejas
Homenaje. Antes de la corrida se develó un azulejo en memoria de los fundadores del Tentadero de la Legua, Fulvio Da Fieno, Tuco Roca Rey, Fernando Graña, Gabriel Tizón Ferreyros y Enrique y Raúl Aramburú Raygada.
Despeje de plaza. Despejó plaza la Compañía Juan Fanning de la Marina de Guerra del Perú, cuya banda, previamente, interpretó el himno nacional que fue cantado a todo pulmón por el público, entusiasmado al ver a dos jóvenes toreros peruanos ante una figura de época como Enrique Ponce. Las evoluciones de los infantes de marina, al son de pasodobles fueron ovacionadas continuamente por los asistentes a la corrida.
SECUENCIA DE LA COGIDA DE DENNIS CASTILLOS EN EL QUINTO TORO
VIDEOS DE LA CORRIDA
RESUMEN DEL FESTEJO
https://youtu.be/2Wq_8-fg1Z4
Video: Danny Alarcón
FAENA DE JOAQUÍN GALDÓS AL SEXTO TORO
https://youtu.be/G6K-fynqInk
Video: Jorge Pérez