La premiación Generarock y el metal nacional

El sábado 21 de febrero pasado estuve una vez más entre los invitados a la premiación Generarock a lo mejor del rock nacional, evento único en su género en nuestro panorama musical que tuvo lugar en el auditorio del instituto Orson Welles y que fue transmitido en línea por la radio de dicho instituto y con una previa de entrevistas a cargo de Pino Rissica. Siempre es grato participar de este evento porque se percibe el compromiso y esfuerzo de quienes participan en toda la organización, dirigida por el entusiasta Nicolás Fuentes Parodi, quienes han sabido contactarse con lo más granado de las personas del rock local para poder sacar ya cuatro ediciones consecutivas, algo de por sí destacable en este país de las discontinuidades y las rupturas.

Sin embargo este es un blog de metal y en ese género nos debemos enfocar. Para nadie es un secreto que dentro de la movida rockera local, la pequeña escena metal nacional es una de las más activas. Con más de 30 años de existencia hay una cantidad enorme de bandas jóvenes y antiguas, sobre todo de los géneros extremos, de las cuales siempre estamos dando cuenta en este y otros medios. De allí que las premiaciones Generarock suelen tener la presencia de representantes del metal en varias categorías y no solo en el correspondiente a metal incluso en las más importantes como canción y disco del año, como ha pasado con Psicorragia y Epilepsia en ediciones anteriores. Pero en las últimas dos premiaciones las bandas de metal, pese a estar presentes en varias categorías como nominadas han empezado a ser obviadas en el resultado final. Por supuesto esto no es en sí censurable, si bandas de otros géneros tienen mejores canciones, videos o realizaciones en general, entonces no tienen por qué ganar las de metal. Pero me parece que hay algo que se está perdiendo de vista.

El heavy metal y sus variantes han desarrollado sus propios códigos bastante independientes del rock en general, uno de ellos es la fidelidad al sonido del heavy metal tal como este ha sido. Desde ese punto de vista, cuando se piensa en la innovación y la creatividad puede resultar que el metal se vea perjudicado en la medida en la que las bandas actuales no son muy diferentes de las del pasado. Eso es lógico porque el metal no puede sonar a cualquier cosa. Hay “innovaciones” que el metal como estilo no soporta sin perder su naturaleza reconocible y que le vincula con su propia cultura. Claro que hay lugar para la innovación, pero esta es más rara y esporádica en el heavy metal y muchas veces sutil en comparación con la escena rock estándar que es enorme y obviamente abarca un espectro sonoro mucho más vasto.

Con todo lo anterior quiero decir que las propuestas del metal no deberían evaluarse en función de que tan novedoso es lo que una banda está haciendo sino tomar en cuenta que las bandas de metal, incluso las mejores, no se proponen por lo general hacer algo enteramente novedoso sino hacer metal de la mejor calidad posible, lo cual a menudo quiere decir que se centren en los sonidos clásicos y en un repertorio de códigos ya establecido en los que lo que varía principalmente es el estilo específico de los músicos al ejecutar y no tanto los aportes concretos que rompan con la tradición. Sino pensamos esto así, entonces estaremos obviando el trabajo de la mayoría de bandas de metal locales que tratan de hacer un trabajo profesional y dedicado y que contribuyen al sostenimiento de la escena rock nacional.

No quiero cerrar la nota sin felicitar a la gran banda peruana Flor de Loto, quien se hizo con el premio de mejor banda de metal (es extraño que también estuviese nominada en la categoría Fusión, hay que cuidar esos detalles), así como a los demás nominados con ellos Gangrel, Charly Parra, Staccato (multinominados en mejor artista nuevo, artista descentralizado y mejor canción) y Epilepsia, así como a las bandas nominadas en otras categorías Mandrágora (Artista descentralizado y su vocalista Fatima Natthammer a voz femenina), Mauser (disco del año) y Hamadria (video del año).

Esperamos acá desde Headbangers que la premiación Generarock tenga una larga vida, siga creciendo y sobre todo, para nosotros, que el metal siga manteniendo una importante presencia acorde con su rol histórico en la escena rockera local.

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