Vio-Lence y Exhorder en Lima: gran show del thrash de la segunda ola
Haber crecido como metalero durante el cambio de década entre los 80 y 90, esos años entre 1988 y 1993, tiene algunas ventajas por sobre los metaleros que comenzaron a inicios de los 80 y vieron al movimiento crecer en paralelo con ellos (y también por sobre los metaleros que se incorporan a partir de 1995). En el primer caso la gran ventaja es que pudimos ver a todos los estilos clásicos en actividad creativa coexistiendo en un ecosistema musical compartido. El heavy metal ya se había convertido en clásico, el thrash todavía producía discos importantes, el death metal era la nueva vanguardia, el crossover condimentaba el ambiente, el black metal como movimiento emergería poco después como el death doom, el power metal en su acepción actual ya se presentaba como una fuerza a tomar en cuenta y el glam/hard rock todavía daba de qué hablar.
Con relación al thrash metal, en aquellos años ya estaba consagrada la primera generación de bandas estadounidenses constituida por Exodus, Overkill, y Slayer, pero emergía una nueva ola de relevo que se enfocaba en una forma más veloz y a la vez más ambiciosa de thrash. Son esas las bandas que más escuchaba en aquella época, grupos como Atrophy, Forbidden, Faith or Fear, Exhorder o Vio-lence. Pasé horas de verdadera devoción con los cassettes de esas bandas, por lo que me resulta una pequeña realización personal saber que en pocos días habrá un concierto en Lima con dos de esos recordados nombres: Vio-lence y Exhorder.
Llegué a Vio-lence, como muchos, gracias a la sección Viernes de Metal, del programa Disco Club, que conducía Gerardo Manuel Rojas y que solía rotar el video World in a World, que había sido creado usando imágenes de violentos conciertos de la banda. La potencia y energía del corte me llevó pronto a conseguir una copia del Opressing the Masses (1990) su segunda placa. En esta encontré otros cortes excelentes como Engulfed by flames, Oficcer Nice y el tema homónimo con el disco. Opressing the Masses sigue siendo para mí a día de hoy uno de los mejores discos de la última etapa del thrash metal clásico. Posteriormente llegué al Eternal Nightmare (1988), otro disco excelente y uno de los mejores debuts del thrash que haya escuchado alguna vez con ejemplos tan sobresalientes como Kill on Command o Phobophobia. Así íbamos a menudo en esa época, de los discos recientes hacia los discos anteriores. Luego saldrían Torture Tactics y Nothing to Gain pero ya era una época adversa al thrash en la que estábamos entrando.
Exhorder fue una revelación diferente. Se trataba de una banda mucho más under de la que no conocí video clip alguno en ese entonces. Me interesé en el Slaughter in the Vatican (1990) su primer disco, como muchos en esa época, por la portada. La caratula de ese disco, con el Papa siendo llevado al cadalso en plena Plaza de San Pedro era impactante. Aparecía en la sección de reseñas de una revista Metal Hammer. Desde que la vi me dije que tenía que escuchar ese disco. Un amigo de la época tenía una copia y me la prestó. Estaba bien grabada. El sonido era diferente al de la mayoría de bandas de thrash, afinado más bajo y con un planteo vocal distinto. El parecido con Pantera no se me hizo evidente hasta que salió el segundo disco, The Law (1992). Ese trabajo era mucho más maduro y también hacía pensar más en Pantera, y a la vez no. Me explico, Pantera era rabia, Exhorder tenía rabia pero era más que eso. Había algo más elaborado en la propuesta de Exhorder. Claramente preferí Exhorder desde el principio. Soul Search Me, I am the Cross y la brutal Cadence of the Dirge me han acompañado toda mi vida desde entonces. En los siguientes años me enteré de la historia, en parte leyenda, de cómo Pantera adoptó elementos del estilo de Exhorder para inaugurar su propio estilo de groove.
Luego llegó la crisis del thrash clásico y años de sequía. Un conato de retorno de Vio-lence a inicios de siglo se frustró aunque dejó un excelente DVD (Blood and Dirt, 2006) como documento. De Exhorder solo rumores de reunión. No esperaba demasiado. Pero la realidad siempre sorprende.
Muy tardíamente y lejos de la fiebre de los retornos del thrash, Exhorder se reactiva y lanza un excelente Mourn the Southern Skies (2019), una especie de fusión entre el viejo proto-groove de la época de The Law y el trabajo que hizo Kyle Thomas, vocalista de la banda, en la sureña Alabama Thunderpussy. Más allá de esto se trata de uno de los mejores discos de aquel año. En el caso de Vio-lence, después de una delicada operación de su vocalista, Sean Killian, Vio-lence retornó con un muy buen EP Let the World Burn (2022) que retoma el testigo donde quedó Opressing the Masses y ahora tiene disco nuevo en ciernes.
Ambas bandas se han embarcado en gira latinoamericana y por primera ves los tendremos en el Perú (y yo aún no termino de creerlo). En algunos países tocaran al lado de Atrophy y Hirax, pero no hay que ser envidioso. Me satisface, como a muchos, tener a dos bandas del talento y originalidad de estas en Lima. Un thrasher no debería perderse una ocasión como esta.
La gran noche será el 7 de febrero en el CC. Festiva. Las entradas están a la vente en este punto y en numerosas tiendas de discos de Galerías Brasil. Av. Brasil 1275 Jesús María.