Vivien Leigh: cien años de una diva atormentada
Dentro y fuera de la pantalla grande, la actriz Vivien Leigh era un mujer apasionada y talentosa que lidiaba con su inestabilidad psicológica. Sus heroínas, en el cine y el teatro, reflejaban esa personalidad conflictiva pero brillante que siempre tenían un trágico final. Vivien fue el rostro de Cleopatra, Ana Karenina, Blanche Dubois y, por supuesto, Scarlett O´Hara. En Huellas Digitales recordamos a la diva inglesa en el centenario de su nacimiento.
Vivien Mary Hartley nació el 5 de noviembre de 1913 en Darjeeling, al pie del Himalaya, en la India. Su padre era un inglés, agente de cambio, que se había establecido en Calcuta, y su madre era irlandesa.
Su educación la realizó en un colegio de monjas cerca de Londres. Desde ese entonces soñaba con ser actriz. Su camino a la fama comenzó al inscribirse en el Royal Academy of Dramatic Arts.
Se casó a los 19 años con el abogado Herbert Leigh. En 1933 dio a luz a su única hija. Mientras se dedicaba al cuidado de su hogar, trabajaba en obras de teatro y en uno que otro papel en el cine. Sin embargo, su vida cambió radicalmente cuando conoció al famoso actor Laurence Olivier. Ambos abandonaron a sus parejas para vivir juntos. En 1940 se casaron. Ese desenfrenado amor fue inmortalizado en la película ‘Romeo y Julieta’. A pesar del divorcio conservó el apellido de su primer esposo.
Alcanza la cima del éxito
En 1938 Vivien Leigh viajó a Hollywood acompañando a su pareja, que era el protagonista de la película ‘Cumbres borrascosas’.
En ese momento la producción de ‘Lo que el viento se llevó’ estaba en marcha sin haber encontrado a la actriz que interpretaría a Scarlett O´Hara. La historia de amor, basada en la novela de Margareth Mitchel, tenía como galán al actor Clark Gable, quien daría vida al mujeriego Rhett Butler.
Para encontrar a O´Hara se realizó un casting en Estados Unidos al que se presentaron no sólo las mejores actrices sino mujeres de toda edad. Sin embargo, el productor de la película David O. Selznick quedó cautivado al conocer a la encantadora Vivien Leigh en una recepción.
La Navidad de 1938 fue inolvidable para la actriz, pues le informaron que interpretaría a la rebelde Scarlett. Un sector de Hollywood protestó por la elección de una extranjera para participar en una película que se desarrolla durante la Guerra de Secesión. Con ‘Lo que el viento se llevó’ ganó su primer Óscar.
Sin embargo, al igual que en la película, Vivien tuvo que sobrevivir a los estragos de la Segunda Guerra Mundial. Junto a su pareja regresaron a Inglaterra donde actuó en el teatro.
Su salud física y mental se iba deteriorando. Durante el rodaje de ‘César y Cleopatra’ (1945) se le diagnosticó tuberculosis. A pesar de su delicado estado, la actriz terminó la filmación.
En ‘Un tranvía llamado deseo’ (1951) compartió roles con un joven Marlon Brando. Por interpretar a una envejecida y atormentada Blanche ganó su segundo Óscar. Las puertas de Broadway se abrían para la actriz inglesa. Sin embargo, la locura se había apoderado de ella. En ‘El paso del elefante’ fue reemplazada por Elizabeth Taylor. En 1953 su matrimonio con Olivier se terminó de romper. Vivien se refugió en el teatro.
La diva en Lima
Vivien Leigh arribó a Lima, un 8 de abril de 1962, junto a la compañía de teatro Old Vic para realizar tres presentaciones en el Teatro Municipal. La inolvidable Scarlett O´Hara se sumaba a la celebración del vigésimo quinto aniversario de la creación de la Asociación Cultural Peruano Británica. Acompañaban a la diva 20 actores, 8 actrices, 5 técnicos y 1.000 kilos de equipaje.
Durante la conferencia de prensa, Vivien respondió con ironía a los periodistas. Reveló que de no haber sido actriz habría sido pintora, compositora o escritora. Además, contó que se sentía más cómoda actuando en el teatro. Confesó que sus pasatiempos favoritos eran la jardinería y la cocina.
Cuando se le preguntó su opinión de los hombres, respondió con una sonrisa: “Los amo”. Gary Cooper y Paul Newman figuraban entre sus actores favoritos. Al ser interrogaba por sus honorarios respondió: “es un secreto profesional”.
En el Municipal debutó actuando en inglés con ‘La dama de las camelias’. Al público sólo le quedó leer el argumento de la obra pues no habían traductores. Aprovechando su presencia en nuestra capital, las salas de cine reestrenaron ‘Lo que el viento se llevó’.
El ocaso
Vivien Leigh no pudo superar sus problemas mentales que, sumado a la tuberculosis, terminaron por hundirla en las sombras. El 8 de julio de 1967 fue encontrada muerta en su casa. Tenía 54 años. Un final anunciado para una actriz que siempre vivió entre el límite de la ficción y la realidad.
(Lili Córdova Tábori)
Fotos: Archivo Histórico El Comercio/ Agencias
Amigos, los invitamos a seguirnos en nuestro fan page: Huellas Digitales
y en nuestra cuenta de Twitter @huellas_blog