¿Te casas? ¿Hacer o no un shower?
Este post lo tenía pendiente pero me daba temor ser destruida en segundos. Es que quizás no todas piensan como yo y es posible que muchas futuras novias me quieran apedrear virtualmente por lo que diré a continuación.
Detesto ir a showers, detesto que te pregunten (o casi obliguen) a ser oferente, que sin querer queriendo saquen plata para que la novia tenga más. Los únicos showers que me gustan son los baby showers, donde los regalitos son para el pequeñín.
¿Y por qué les digo esto? Porque aùn tengo amigas que están por casarse y sé que el shower a veces puede ser un dolor de cabeza… y no precisamente para la novia.
Son las mamás, amigas o hermanas las que normalmente lo organizan y hacen magia para que además de cubrir costos, la novia se lleve algo que pueda gastar luego.
Yo no quise shower. Que me perdonen mis tías, amigas de mi mamá o de la familia pero yo simplemente no creo en eso. No me gusta pedir en general y para mí éstos eventos donde “el novio aparece de sorpresa” tampoco van conmigo.
Felizmente mis mejores amigas de toda la vida me conocen demasiado bien y sabían que no había forma que yo acepte. En cambio, me organizaron un lindo día en el campo lleno de risas y anécdotas que no olvidaré.
Casi un año después (mi civil fue en noviembre) no quería dejar de agradecerles a cada una porque sé que lo hicieron con mucho cariño. Porque lo viví en cada detalle y porque no se necesita de poses para ser feliz.
Quizá no saqué ese dinero extra y más bien gané comentarios tipo; ¿no vas a hacer shower?? ¡Vas a perder plata!! Pero no imagino un mejor “shower” que el que me tocó.
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