Caballeros de la noche
José y Emilio Cordano y Guty Michelsen son los tres hombres que se han alzado este fin de semana con uno de los títulos más notables del automovilismo nacional, el de las Seis Horas. Y si bien algunos han puesto en observación el pedigree de esta carrera (aduciendo que la prueba no puede llevar dicho nombre producto que al no ser hecha por el CAS esto no es más que una imitación, bah), en la bolsa de valores emocional de los aficionados (y pilotos) la valía del título no depende del club organizador sino de la grilla de pilotos y la del Gran Premio pistero del fin de semana tuvo un cartel de lujo.
Tienen la responsabilidad de llevar uno de los apellidos más notables del automovilismo peruano. José y Emilio son hijos del gran preparador de autos peruano José Cordano. Desde pequeños ellos vieron como sus padre preparaba las armas motrices más letales de los campeonatos peruanos. Lo ayudaron, lo siguieron, lo admiraron y el sábado tuvieron la suerte de utilizar uno de esos rompecabezas mecánico, esos que solamente unos pocos pueden ensamblar en nuestro país para acompañar la ambición con veneno, para llevarse aquella copa que tantas veces vieron como su padre ayudó a otros a conseguir.
Pero además del auto, los Cordano contaron con un socio perfecto: Michelsen. Guty debe ser uno de los pilotos más talentosos de su generación lamentablemente el presupuesto siempre le ha jugado en contra. Ha emprendido muchos proyectos internacionales alentadores pero cuando ha tenido que dar el siguiente paso los auspicios no se han dado. Guty ha sido animador siempre y su talento siempre ha merecido más. Es por ello que la victoria del sábado es uno de los tantos pagos que este deporte le debe. Merecidisimo porque fue importantísimo en la estrategia plantada y en el ritmo impuesto en el asfalto de La Chutana.
“Uno nunca puede dar esta carrera por ganada hasta que no cruza la bandera a cuadros. Yo he vivido la frustración de haber perdido una carrera a falta de diez minutos para el final porque me pasé una bandera amarilla que no ví”, recordó Guty tras el tradicional baño de Champagne.
Atrás, a cinco vueltas de los ganadores, terminó Kobashigawa, que compartió responsabilidades con Wong y Espinoza, en una jornada donde sus boxes funcionaron a la perfección. “El vehículo lamentosamente tuvo problemas y ni pudimos redondear la jornada con una victoria. Aún así estamos muy felices por el resultado y por el trabajo realizado por todo el equipo”, admitió ‘Koba’.
Nota aparte merece lo que fue el paso del promocionado prototipo Radical Le Mans (Ricci/Ghia/Watson) que empezó liderando la prueba en los primeros giros. “Los comisarios deportivos nos excluyeron por abastecer combustible y realizar otra operación. A diferencia de las exclusiones del año pasado, esta si estuvo bien aplicada. Nos equivocamos así que caballero nomás”, admitió Salvador Ricci . Y si de culebrones se trata, el tuit nocturno de Mario Hart -cuya inscripción había sido rechazada en los días previos de la competencia y autorizada en las postrimerías por la Fepad- hizo lo suyo. Conocida la exclusión de Ricci, uno de los principales propulsores de la prueba (y según Hart entiende de la tacha de su participación), Mario escribió: “Como dije…. La justicia es divina!! Y los que actúan mal JAMAS tendrán buenos resultados!!! SALUD”.
Otro equipo que había generado expectativas en la previa era el compuesto por Raúl Orlandini y Ricardo Flores (hijo), quien viene corriendo en los trazados norteamericanos. Lamentablemente la rotura del motor del vehículo en los giros de práctica los dejó fuera de competencia antes que las luces del semáforo de partida se apagaran.
¿Fue una buena jornada? Sin duda. Buena cantidad de aficionados en la tribuna, emoción hasta la última hora de competencia y un trazado que bajo la modalidad nocturna supo tener lo necesario para encantar a todos. Linda forma de iniciar el año. Puede revisar los resultados finales de la prueba aquí
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¿Quién es Guty Michelsen? Aquí un video promocional sobre las participaciones, del reciente ganador de las Seis Horas, en el extranjero.
Crédito Fotográfico: Andrés Lino