Road trip al bosque de piedras de Huayllay
Este santuario nacional nos ofrece la oportunidad de realizar numerosas actividades en medio de un impresionante entorno natural. Conoce las rutas que te llevan hasta allá y todos los atractivos que puedes encontrar en el camino
Aprovechando el último fin de semana largo decidimos hacer un ‘road trip’ al Santuario Nacional de Huayllay gracias a una iniciativa de Columbia para impulsar la imagen del nuevo Outdoor. La idea fue juntar a un grupo de deportistas de distintas disciplinas en un mismo paseo, los que a lo largo del viaje pudieron practicar sus disciplinas favoritas.
El viaje sirvió también para probar la nueva tecnología Omni-Heat, que ayuda a mantener el calor y evitar la pérdida del mismo, lo que garantiza que permanezcas caliente y confortable en condiciones de frío. Además tiene en el forro puntos negros que hacen que la prenda sea ‘respirable’, lo que mantiene a los deportistas secos y cómodos. De esta manera se gana en ligereza, movilidad y sobre todo en comodidad cuando las condiciones climáticas son adversas.
El bosque de piedras de Huayllay es un gigantesco conjunto de formaciones rocosas de unos 120 millones de años que se extiende por 6.815 hectáreas. Las rocas son de origen volcánico y también de sedimentos, dado que esta zona fue parte del fondo marino. El aire, el agua y la erosión son los elementos que han creado sus peculiares formas a lo largo de millones de años.
El Santuario Nacional de Huayllay es área natural protegida y está considerado como un museo geológico de los más valiosos que hay en la tierra. Tiene más de 4.000 formaciones rocosas que semejan gigantescos perfiles humanos y de animales. En las proximidades existen fuentes de aguas termales medicinales, pinturas rupestres y restos arqueológicos.
Según los guías locales, el turista tiene disponibles once rutas bien señaladas, y las más fáciles pueden demandar un recorrido de entre tres y cuatro horas.
Este impresionante santuario tiene tantos atractivos que los visitantes pueden quedarse muchos días y siempre hacer algo distinto. Solo la observación de las figuras toma mucho tiempo. Huayllay también es el paraíso de la escalada en roca, un parque natural de diversión para este deporte, aunque en este viaje decidimos practicar otras disciplinas y volver más adelante especialmente para escalar.
Esta vez fuimos a practicar bicicleta de montaña por las diferentes rutas que hay alrededor del santuario con nuestros amigos Eduardo Stein (tercero en el mundo en Downhill en bicicleta, categoría Máster) y Guillermo Roda (guía de bicicleta de montaña con muchos años de experiencia en el deporte), así como downhill con Felipe Málaga (actual campeón nacional de Downhill en skateboard). También hicimos paddle surf con Brisa Málaga (campeona mundial de surf por equipo) y windsurf con Carolina Butrich (campeona mundial en la modalidad fórmula) en la laguna Japuri a más de 4.500 msnm.
En general fueron unos días increíbles disfrutando diferentes deportes en medio de un santuario natural.
Para llegar al Santuario de Huayllay hay muchas rutas, pero estas son las más conocidas
POR HUARAL
La salida de Lima es por la Panamericana Norte hasta llegar a Huaral. Desde ahí se recorrerá todo el valle del río Chancay hasta llegar al abra Antajirca a 4.785 msnm. Posteriormente viene el ligero descenso hasta llegar al distrito de Huayllay, que está cerca del Bosque de Piedras. Esta ruta toma aproximadamente 8 horas.
El trayecto revela un panorama un tanto monótono al principio, pero luego de un par de horas el ascenso te muestra unos cambios de geografía interesantes. El camino es afirmado, estrecho y zigzagueante, y en algunas partes está en muy mal estado.
Es recomendable hacer varias paradas aprovechando la cercanía de pueblitos como Collpa, San Miguel, Acos, Pacaraos, entre otros, todos ellos asentados a lo largo del valle.
POR CANTA
Esta ruta es una de las más bonitas pero es preferible hacerla en dos partes, la primera hasta Canta y la segunda hasta llegar al santuario de Huayllay, no por ser difícil, sino para aprovechar todos los lugares hermosos que se atraviesan.
La aventura se inicia saliendo de Lima con rumbo a Comas para luego tomar la avenida Túpac Amaru hasta ingresar al valle del Chillón. Esta ruta demora por lo general 2:30 horas hasta Canta. Está asfaltada pero hay tramos que están en mal estado.
El recorrido se puede hacer en autos particulares o en transporte público. Estos últimos van de Lima a Canta diariamente entre las 6 y las 9 de la mañana, y entre las 3 y las 5 p.m. Las empresas que circulan por esta ruta son Chaperito, Santa Rosita de Quives, entre otras.
En Canta empieza lo bueno, ya que podemos disfrutar de un recorrido con paisajes espectaculares. Saliendo de Canta por la carretera afirmada camino a Huaros (3.000 msnm) se pasa por el mirador natural de San Pedro, desde donde se puede apreciar un paisaje andino impresionante. Continuando con el recorrido ya estamos a 3.500 msnm y encontramos la comunidad campesina de Cullhuay productora de ganado ovino y vacuno y lugar donde se practica el ciclismo de aventura y el trekking. Este es el punto de partida hacia el abra de la Viuda, lugar ideal para todo lo que es deportes de aventura.
En el camino pasamos por miradores naturales desde donde se puede apreciar la Cordillera de la Viuda y hermosas lagunas como la León Cocha, Azul Cocha y Laguna Chuchún, que provee del vital elemento a los agricultores y ganaderos de la zona y que tiene la forma del mapa del Perú. Esta última se origina por los deshielos provenientes de la Cordillera la Viuda. Los lugareños dicen que Chunchún significa “ojo de mar” y sus encantos se deben a sus aguas celestes y grandes dimensiones. Aquí nos encontramos con todo un ecosistema de ganados que mastican el ichu, yanavicos, parihuanas y patos andinos. Son paisajes hermosos a más de 4.000 msnm.
Llegamos al abra de la Viuda en el km 151 a 4.600 msnm. Unos kilómetros más allá está el nevado Alcay o Alcoy, y en sus faldas la laguna 3 compuertas, una visión indescriptible que no pueden dejar de apreciar.
A pesar de ser afirmada, la carretera está en muy buen estado y a lo largo del tramo Canta – Huayllay está muy bien señalizado, por lo que es imposible de perderse.
Después de varias paradas fotográficas se llega a la laguna Huasca Cocha. Esta laguna tiene la forma de una soga; es hábitat de truchas, aves silvestres como las Parihuanas, huachuas, patos, curcos, zambullidores y otras aves; y hasta el momento no está contaminada,
Tras dos horas de recorrido de 2 horas finalmente se llega al distrito de Huayllay.
Para hacer esta ruta es preferible aclimatarse un día antes en Canta, ya que el desnivel que se hace en menos de 3 horas es de 2800 a 4600 metros. También se recomienda ir en grupo y con otras camionetas, ya que si van con movilidad propia y tienen algún problema mecánico, no hay dónde reparar autos y tampoco hay señal de celulares. Finalmente, hay que indicar que es necesario llevar ropa de abrigo porque al llegar al nevado los puede coger una granizada o una lluvia inesperada y la temperatura baja rápidamente.
POR LA CARRETERA CENTRAL
Esta es la ruta que nosotros tomamos y es la más usada por los viajeros limeños. Para llegar al Santuario Nacional de Huayllay hay que tomar la Carretera Central hasta La Oroya (km 175 a 3.750 msnm), pasando por el abra de Anticona (4.818 msnm) Aquí aprovechamos y uno de los deportistas que nos acompañó, nuestro amigo Felipe Málaga, agarró su skate de Downhill e hizo un descenso radical hasta llegar casi a La Oroya.
En La Oroya tomamos la carretera hacia Cerro de Pasco. Veintidos kilómetros más adelante, a la altura de Las Vegas. Ahí la carretera se bifurca y debemos tomar el camino del lado izquierdo que te conduce hacia Junín.
En el kilómetro 214 se pasa el letrero que indica la entrada a San Pedro de Cajas (3.700 msnm), ubicado a 11 km de la carretera por camino afirmado. Este pintoresco pueblo de artesanos se caracteriza por la fabricación de tejidos de alta calidad. En el kilómetro 220, ya dentro de la Meseta del Bombón, pasamos la entrada al Santuario Histórico de Chacamarca, lugar donde se desarrollo la gran Batalla de Junín, y poco más adelante entramos a la Reserva Nacional de Junín, donde uno puede apreciar al lado izquierdo de la carretera el hermoso Lago de Junín o Chinchaycocha (el segundo más extenso del país) a 4.100 msnm.
Siguiendo por la carretera, que se encuentra en excelente estado, a la altura de Vicco (km 285), se toma un desvío que nos lleva, después de 25 km de recorrido, al Santuario Nacional de Huayllay.
ALOJAMIENTO
Hay cuatro opciones:
- Internarnos en el bosque de piedra, acampar y dormir ahí, para lo cual debemos ser autosuficientes y respetar el entorno. No olvidemos que Huayllay es un santuario natural y que debemos cuidarlo.
- Quedarnos en el albergue municipal de Huayllay (La Calera), que está ubicada al costado de los baños termales del mismo nombre. Cuenta con habitaciones simples, dobles y matrimoniales con baño. No incluye desayuno pero pueden cocinar previo aviso.
- Alojarnos en el albergue de Alcibíades Cristóbal, ubicado a solo 300 metros de Canchacucho, que está aislado pero más cerca del bosque. Alcibíades cuenta con camas que alquila por un precio moderado. También puede ofrecernos comida a muy bajo precio.
- Hospedarnos en el pueblo de Huayllay que cuenta con hostales básicos.
MEJOR ÉPOCA DEL AÑO
La mejor época para visitar Huayllay es de mayo a octubre, cuando la temporada de lluvia ha acabado. Al ser una zona que se encuentra a más de 4.000 metros de altura el clima es muy seco y por las noches se alcanzan temperaturas muy bajas.
MAYOR INFORMACION:
www.conandes.pe
www.intibike.com
www.inkasadventures.com
www.columbia.com.pe