El nuevo infierno de Dante
“La divina comedia” no deja de sorprender a este autor. El meollo está en el infierno que Dante crea para que nos espantemos. Sin la soberbia del omnisciente me he permitido actualizar el infierno de Dante (imaginarlo yo mismo) y fantasear con sus temibles círculos.
Atisbo a lo lejos a un crepitante grupo de condenados y pregunto “¿Qué hicieron?”, he empezado a la inversa, por el tramo de los más avezados. Una voz me advierte que son los soberbios y por cada soberbio hay una categoría distinta. Vi a un hombre reptando, fue un poderoso tirano que olvidó que su esqueleto era una réplica del de sus esclavos.
Muy cerca una diva que resplandecía en las pasarelas ardía mientras suplicaba el perdón que no supo conceder en vida. “Con la vara que midas, serás medido, nunca perdonaste, no se te perdonó”, repetía una y otra vez una voz ronca. Un artista muy popular era flagelado cerca, “había ignorado a muchos que quisieron acercarse a él”. No se puede hacer acepción de personas, crujía una voz desde el interior del fuego.
Más allá los que se llenaban la boca de Dios, oraban y lo invocaban con sus labios, pero sus almas estaban lejos de él a tenor de su trato a los demás. Ellos tenían por condena cargar el peso que se negaron a cargar en sus ligeras existencias.
Había soberbios intelectuales, críticos, analistas, polemistas a la mala, derrochadores de “mala leche”. Su condena era palpar la distancia entre lo poco que sabían y lo mucho que podían conocer. Deambulé aterrado, sin desprenderme de una sucesión de círculos donde solo los malvados eran cortados, golpeados, congelados, quemados, flagelados. En un lago de hielo, trémulos, los que partieron un corazón y más al centro los que mutilaron un cuerpo, los que hirieron o mataron, los que violaron, los que despedazaron a sus víctimas.
Un hombre soltaba alaridos al viento, cargado de dolor. “Humilló a una mujer”. Al lado, otro se retorcía como un guarango, era un malhadado gobernante que, por años y décadas mostró su poder hasta hacerse temible ante su pueblo. Guerreó y se honró del martirio de sus soldados. En un círculo ardían los que solo pensaban en sí mismos y utilizaron a los demás para sus propios propósitos y a los que solo les interesó su propia fama con menoscabo de los demás.
Vi en los montes aledaños a muchos otros más. “Todos ellos tienen un mal corazón”, musitó un extraño ser de alas anchas y boca de trueno. “Algunos disfrazaron ese mal corazón con comisuras y ojos de bondad”…”Parecían tan buenos…”
Caminamos muchos kilómetros y los hombres y mujeres de mal corazón siguieron alineándose, quejumbrosos, en una concatenación bestial. Aquí en el infierno habitan los de mal corazón, bien, pero ¿dónde están los lujuriosos, los glotones, los perezosos, los que abundaron en goces? No, no estaban allí, o no estaban allí por eso, solo los malos corazones sobresalían en el horizonte. No vi ninguna prostituta ni a un bebedor, la gula estaba fuera de los alcances de aquella condena y los promiscuos parecían no habitar esa accidentada geografía del dolor. “Solo el mal corazón”, repitió una voz, solo “el mal corazón habita esta sombría extensión”.
Entendí que en el bebedor o la puta, que en el jugador o el goloso, que en el lujurioso o el gozador, no siempre es el mal corazón el que rige. La bondad está en la raíz del alma y en el daño que deliberadamente causa, no en la superficie de los deseos ni el instinto. Los más grandes vicios son remotos de las almas oscuras en esa gradación. Insólito Hades, donde las viejas leyes sancionatorias solo se reducen a una: “la ausencia del amor, la abundancia de la indiferencia y el odio”. “Las prostitutas os precederán en el reino de los cielos”, entendí. “No es el paladar o los genitales, no es la piel ni el apetito, no es la propensión al juego o el encantamiento de los ojos ante el cuerpo o el paisaje, es el mal corazón…la lejanía o ausencia de amor”
Como Dante, en la entrada del averno, vi relucir una inscripción: “Oh, vosotros los que entréis, abandonad toda esperanza”. Entendí, entonces, la raíz y la esencia del mal.