A propósito de una entrevista de Eielson
No es el objeto repetir lo que ya plasmé en El Dominical en su sección web, pero lo haré en la perspectiva de lograr una disección de lo que Jorge Eduardo Eielson le responde a Martha Canfield en una entrevista hace 20 años bajo el título “El diálogo infinito”.
1. “Para el escritor el poeta y artista debe, por sobre todas las cosas, conservar una suerte de inocencia, de prolongado asombro ante las cosas del mundo…”
Añadido de Raúl Mendoza Cánepa: Coincido en la ventura del don de maravillarse y de explorar el universo y su naturaleza más primaria: las plantas, los cuerpos, la tierra, el mar, el paisaje, los libros. El asombro infinito es un atributo de las almas grandes.
2. ”Tu deseo de saber es lo que te empuja a la exploración del fenómeno cósmico y humano. Mientras que lo que te hace embarcarte en tantas y tantas empresas creativas es una tendencia lúdica indestructible en ti en la que el joven sigue viviendo”.
RMC: Yo diría “el niño y el loco”, como buen erasmiano que soy. Los laureles para el loco feliz. La seriedad y severidad en demasía tiene la textura del rigor mortis.
3. “Personalmente no hago ningún esfuerzo cuando leo, escucho o veo algo importante, algo hermoso y significativo, que me llena de felicidad. De la misma manera, no hago ningún esfuerzo cuando escribo, pinto, concibo o realizo mis performances.”
RMC: El placer de crear, de ver, de aprender, de tocar tienen la misma sustancia. Todo descubrimiento o redescubrimiento de las cosas es un regalo de Dios.
4.“La llamada calma de la mente es una sola cosa con la paz del corazón, sede definitiva del misterio, de ese misterio que se llama Dios”.
RMC: La liberación de las tensiones consiste en armonizar la paz del corazón con la serenidad de una mente quieta y contemplativa. La clave es dejarse llevar o, más precisamente, hacer lo correcto y dejarse llevar a donde el viento te lleve. Y si dudas, ten por cierto que en demasía, son los trenes equivocados los que nos llevan al lugar correcto. Si sospechas que no vas hacia ese destino, salta del tren y aborda otro.
5. “Ese breve encuentro se ha convertido en uno de los más luminosos de toda mi vida y lo será cada vez más, a medida que aprenda de la vida misma, de los seres humanos, de los animales, de las estrellas, de las plantas, a compartir plenamente el milagro de la existencia”.
RMC: La existencia es un milagro y la oración agradecida su primera consecuencia. Si rezas sin agradecer no rezas. Si no eres creyente agradece al universo. La gratitud, aún en la calamidad del mundo, es, al menos, la primera de las cortesías.
6. “Quien posee una flor o una sonrisa no puede permitirse guardárselos para sí mismo: es un deber ofrecerlos a los demás…”
RMC: Da, ahora que la estación de dar te pertenece. Cuando pases y solo te quede recibir, sea de la caridad, urgencia o benevolencia, no podrás volver a la vieja riqueza y oportunidad.
7. “Come cuando tengas hambre, cúbrete cuando tengas frío, duerme cuando tengas sueño”.
RMC: Añade a la nutricia sopa todos los ingredientes que faltan.
8. “Ni las obras de arte más altas ni el pensamiento más elevado ni las más nobles acciones humanas podrían mejorar nunca lo que ya es un milagro”.
RMC: El arte no supera a la vida, pero es el más fascinante de los intentos.
9. “Yo también he intentado hacer de mi vida una obra de arte. No creo haberlo logrado. Tercamente intentaré hacer por lo menos de mi muerte una obra de arte. Es mi última posibilidad”.
RMC: Eielson quería que dispersaran su polvo en el cosmos por medio de una nave espacial. Pero debe ser la vida la que torne a la muerte en heroíca y grande, no al revés…Aunque ese es un logro de los héroes y de los mártires.