No es clásico
Seré directo: Quizás haya sido el mejor clásico de los últimos años, pero no nos sirve para el objetivo inmediato. Alianza sigue a cinco puntos de distancia y tiene un fixture favorable. ¿Que ya estamos en la Sudamericana? Sí, tenemos un pie y medio adentro. ¿Es motivo para celebrar? Para mí no.
A falta de cuatro fechas, el panorama es el siguiente:
- Alianza tiene 70 puntos y debe jugar con Cristal (V), Total Chalaco (L), Inti Gas (V) y San Martín (L).
- Universitario acumula 65 y enfrentará a San Martín (L), Gálvez (V), Cristal (L) y CNI (V).
- El único que puede sacarnos de la Sudamericana es Cristal (57). Sus rivales inmediatos son Alianza (L), CNI (V), ‘U’ (V) y Gálvez (L).
Tal como están las cosas, alcanzar el tercer cupo de la Libertadores es tan complicado como que los celestes nos saquen de la Sudamericana.
¿Qué fue lo mejor del clásico? La manera cómo se afrontó el partido. El once que saltó a la cancha es el mejor que pudo enviar Chemo. Con un solo delantero, la ‘U’ hizo mucho daño y antes de los primeros diez minutos ya había generado dos ocasiones claras porque fue rápida para la recuperación -notable trabajo de Toñito- e inteligente para buscar las bandas. Carmona y Rabanal les dieron aire, y espaldas, a Miguelito y Piero. Las acciones se equilibraron cuando se multiplicaron los pelotazos. Alianza hizo muy poco arriba y careció de visión y claridad para inclinar la cancha a su favor.
No obstante, duele que te arranchen un triunfo así, faltando tan poco y tan tontamente. La línea defensiva merengue, aquella de la que nos sentíamos tan orgullosos hasta hace muy poco, hoy es tan vulnerable como un cerco de geranios. En el primer gol, el sombrerito de Fleitas supera con facilidad a Galván y Labarthe, dejando a la zaga desairada. Y en el segundo me parece que el ‘Negro’ y Rabanal van por la pelota sin avisarse, se tropiezan entre sí, Gigena pifea, la bola queda picando y luego aparece mansa para que el defensor aliancista fusile a Raúl. El desorden nos mató en los momentos fundamentales, cuando más concentrados debimos estar.
Nuestra situación en la tabla sería otra si hubiéramos jugado la liguila con la intensidad que se mostró la noche del miércoles. Pero ya no sirve de nada llorar sobre la leche derramada. Estas cuatro fechas serán eternas. Quién iba a pensar que terminaríamos el 2010 así.
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Un abrazo para todos