Una historia repetida
Antes de empezar el campeonato les dije que al equipo le faltaba rodaje y que aparecería recién en la cuarta fecha. A pocos días de cumplirse el plazo, confieso que veo difícil que ello se cumpla. Si bien defensivamente hay una mejora, los problemas arriba no desaparecen. Ausente de ideas, el juego de la crema es de una chatura que empieza a preocupar.De un tiempo a esta parte, el deporte preferido de la hinchada es culpar de los males del club a dos personajes: Enrique Sánchez y Piero Alva. Al gerente deportivo se lo acusa de malos manejos administrativos y al volante/delantero de entorpecer el juego del equipo. Ustedes conocen bien mi posición sobre la manera cómo se está dirigendo a Universitario, así que prefiero -por ahora- no abundar en el tema. Respecto a Alva, todos solemos sufrir su desempeño, aunque no creo que sea la razón principal por la que el juego de la crema no alcance a llenar las expectativas.
El gran problema merengue parece un capítulo del Chavo del Ocho porque todos lo conocemos de memoria: de mediacancha para adelante es una lágrima (Y de esas gordas y tímidas que se demoran en rodar por las mejillas). La rapidez con que se recupera la pelota -sin llegar a los niveles de la era Reynoso-, se estropea en el último cuarto cuando las ideas se nublan y la pelota empieza a quemar. ¿Cuál es la alternativa que suelen tomar volantes y delanteros? Pases a los costados y centros repetidos para que Fano o quien lo reemplace peleen con los centrales rivales, por lo general en inferioridad numérica.
Un juego tan previsible le facilita la labor a los técnicos rivales. Con tan pocas camisetas cremas en el área, basta con tener a los dos zagueros bien parados para superar cualquier tempestad. ¿Por qué se ganó a la San Martín, entonces? En primer lugar, el gol de Ruidíaz fue en off side; el cansancio en el cuadro albo se acentuó en el complemento y, por último, la ‘U’ siempre buscó el arco contrario frente a un equipo que se abroqueló bien en su área, pero que careció de fuerza e inventiva para provocar daño en la valla de Llontop.
¿Qué falta en la crema?
1. Funcionamiento.. No hay coordinación entre los hombres de arriba y el juego sin pelota es muy pobre. No se marca el pase, por eso es común ver a seis camisetas merengues rodeando el área contraria clavadas en el piso, esperando el servicio fácil, sin arriesgar.
2. Individualidades.. Las nuevas contrataciones siguen sin alcanzar el nivel esperado. El mejor, hasta el momento, es Vitti, pero la rotura fibrilar que lo mantendrá de para al menos 10 días más cortó ese crecimiento. Le respira en la nuca Álvarez, quien se muestra seguro en la marca y tiene presencia de área. El resto no convence: Morel solo ha mostrado chispazos con la pelota parada, García se lesionó, Ísmodes no juega, Tomasevich tampoco y Fano fue expulsado. De los que siguen del año pasado, Alva mantiene su irregularidad, lo mismo Rabanal. A Ruidíaz la prensa lo está inflando demasiado. Continúa a una distancia sideral del nivel al que muchos imaginamos podría llegar.
El factor Chemo. Lidiar con la oposición de gran parte de la hinchada y una directiva partida, que mete presión a mil por la enorme inversión realizada, no debe ser un trabajo fácil. Empero, Del Solar sabía dónde se metía. El equipo fue armado a su gusto y aunque las ausencias de Vitti, García y Fano perjudicaron su labor, no se aprecia aún una idea de juego. Matarlo en este momento, sin embargo, sería una locura. El fútbol peruano está como está porque a todos -hinchas, dirigentes, jugadores, periodistas- nos ha faltado paciencia para respetar los procesos, lo cual no implica que se oculten los errores o se suavicen las críticas. Si bien el campeonato es corto, recién estamos por entrar a la cuarta fecha y la distancia con los de arriba es fácilmente remontable. De todos modos, es hora de que el equipo empiece a mostrar otras respuestas.
Espero sus comentarios.
Un abrazo para todos.