Este Gonzales nos hace sonreír
Hay brochazos de Cristopher Gonzales que dejan entrever un jugador que pinta para más. Camina la cancha con elegancia y maneja la pelota con un refinamiento que parece de otra época. Hasta ahora insinúa más de lo que concreta, pero si es capaz de mejorar la exhibición que dio ante la Universidad César Vallejo, estamos ante un jugador del que no debemos perdernos un solo partido. Es que probablemente muy pronto lo veamos lejos, vistiendo una camiseta de otro color.
Hay un comentario de la infausta Libertadores del 86 que, por algún motivo, no olvido. Viendo a un jovencísimo José Luis Carranza desplazarse por el campo, un periodista se preguntaba por qué motivo la ‘U’ había luchado tanto por contratar al ‘Pato’ Cabanillas -la figura del momento en ese entonces-, si en su plantilla tenía un jugador de tamaña calidad como el aún no bautizado ‘Puma’.
Un comentarista desavisado podría hacer una pregunta similar respecto a Gonzales, un chico que destacó en la Libertadores 2010 y encontró algunas oportunidades en el primer equipo cuando el club, agobiado por la crisis económica, tuvo que buscar alternativas en sus divisiones menores.
Pero no nos apresuremos. Gonzales es aún un proyecto que necesita partidos y mayor exigencia para consolidarse. A favor tiene que juega como si tuviera mil batallas encima, nunca baja la cabeza, aguanta la patada artera y tiene un pase largo endemoniadamente preciso. Ante Vallejo se lució porque con Rainer y Guastavino se repartieron la responsabilidad de manejar los hilos del equipo. La historia de los volantes que hacían de todo (marcar, quitar y armar como ocurriera con Rainer en alguna temporada) no se revivió porque hubo mayor equilibrio y, sobre todo, solidaridad.
En su contra tiene su afán en trasladar en demasía el balón y su presencia intermitente, lejana, en determinados momentos de la brega. No obstante, negar que es una joyita por cincelar es absurdo. Hace falta verlo ante rivales de mayor calibre y en circunstancias que demanden alta presión.
BUEN COMIENZO
Gonzales no fue el único valor destacado en el triunfo ante Vallejo. Alloco es rústico, pero efectivo; cuando Toñito hizo los deberes -es decir, marcar, encimar y quitar- anduvo bien; Rainer quitó y dio salida limpia; mientras que Guastavino, además de ser el gestor intelectual del gol -inició la jugada al quitarle la pelota a Sotil-, mostró buen dribbling y una alta dosis de coraje.
Al frente tuvieron a un Vallejo opaco y sin ideas, que en el primer tiempo se dedicó a contener y en el segundo solo halló algunas luces con el ingreso de Alva. La riqueza de su plantel no tiene relación alguna con el fútbol desabrido que practica ni con las dificultades que evidencian jugadores como Galván cuando tienen enfrente a gente rápida y habilidosa.
Llamarle un partidazo a lo que vimos el sábado sería un exceso. Hay un Universitario en formación que intenta jugar al ras, sin dejar de mirar el arco contrario. Con la bola en su poder, trata de jugar al toque, rápido, con tres hombres (Gonzales, Guastavino y Olascuaga) detrás del punta (Ximénez), a quienes se suman los marcadores (Dávila rindió mejor que Saco Vértiz) y uno de los volantes de atraque (Rainer).
Cuando pierde la pelota, la tarea es recuperarla rápido en campo contrario, aunque esto puede cambiar en función de las circunstancias del partido. En el segundo tiempo, con la ventaja a favor, la presión disminuyó para que los espacios se agigantaran y Gonzales, Rainer y, sobre todo, Guastavino, tuvieran más metros para moverse en la contra.
Habiendo sido el segundo partido ‘serio’ de la temporada, resta saber si la idea de Comizzo cuajará, si ante rivales mejor ensamblados como Cristal, Garcilaso o el mismo Alianza no flaquearán los marcadores o harán agua los centrales. También cuánto sumarán Fernández (no jugó por un problema con su tránsfer), Tajima (aún no ha sido inscrito) y Polo (mientras no se resuelva su situación con el Genoa no jugará).
Por ahora, las sonrisas están justificadas. El arranque ha sido esperanzador. Ante San Martín, en el Grau, tendremos una idea más cercana de hasta donde puede llegar esta crema versión 2013.
Espero sus comentarios. Un abrazo para todos.