No solo falta el gol
Para explicar el 0-0 ante San Martín, hay que recordar lo ocurrido hace unos días frente a ese mamotreto de equipo que respondía al nombre del Nasarawa FC, al que apenas se lo pudo vencer por dos goles. ¿Cómo llegaron estos? El primero a través de un autogol y el segundo tras el oportuno servicio de un contrario. Hay, pues, un grave problema de definición que se hizo elocuente ante los albos, quienes pese a quedar con nueve hombres, se las arreglaron para irse con el empate en el bolsillo.Carlos Olascuaga ganó más puntos en el ránking de rechazo de la hinchada al errar, a pocos segundos del final, un tiro relativamente fácil frente a la portería de la universidad.
Sin embargo, echarle la culpa del empate es absurdo. Si hay algo que empieza a convertirse en un peligrosísimo rasgo de esta ‘U’ de Comizzo es su falta de gol. El ‘Chino’ no aparece -¿por qué insiste en jugar fuera del área?- y quienes rematan a puerta tienen tanta puntería como el Puma Carranza conocimientos de física nuclear.
¿Solo falta el puntillazo? Ante los santos hubo jugadas que hicieron saltar de los asientos, que entusiasmaron por la sucesión de toques… pero fueron momentos puntuales, sin continuidad, más allá de que se vislumbra un libreto made in Comizzo que asoma interesante (permanente vocación ofensiva, posesión del balón, pases al ras, gran actividad por las puntas, presión para recuperar).
Guastavino es un jugador rápido, movedizo y encarador. Su mayor error es que olvida que es apenas una pieza más de un equipo y quiere resolver todo por su cuenta. Las gambetas de Fernández entusiasman, por izquierda fue una pesadilla; sin embargo, es muy lagunero, lo que redunda en pérdida de sorpresa e intensidad.
Christofer Gonzales es un caso aparte. En el post anterior elogié sus virtudes, pero señalé que necesitaba tener mayor presencia en el juego. En el Grau lo vimos haciendo la más fácil: recibir y tocar. Cierto es que San Martín es un equipo con mayores recursos futbolísticos que Vallejo, pero se esperaba mucho más de él. Esta vez no tomó riesgos y solo se dedicó a moverse por la mitad de la cancha, sin acercarse al área con verdadero peligro
FALTA RODAJE
Aunque con ligero dominio crema, el partido cambia con la expulsión de Carlos Fernández (discutible) y se abre por completo con la roja a Montaño (justificada). El árbitro se comió un claro penal de un defensor del San Martín y le mostró a Ximénez una amarilla -que bien pudo ser una roja- por reaccionar luego de una falta en su contra.
Lo real es que, salvo lo ocurrido en los últimos minutos, la ‘U’ no tuvo argumentos para llegar con claridad al arco de Farro, al punto que este último no fue la figura del partido.
¿Qué hacer? Urge un 9 que le pelee el puesto al Chino. Chirinos y Camino son muy limitados y esperar a Polo es un albur, ya que mientras no se resuelva el conflicto con el Genoa, sus posibilidades de jugar son mínimas. ¿Se animará la AT a romper el ‘chanchito’?
Falta también mejorar el juego por las puntas. La contratación de Gómez es una excelente noticia porque le pondrá presión a Saco Vértiz. Con Tajima jugando por derecha se puede ganar en velocidad y desborde. Leguizamón es una alternativa que, aparentemente, no satisface a Comizzo.
Atrás el equipo sufre cuando los medios centros son superados. Aunque es la línea que mejor ha respondido, no sabemos cómo responderá ante jugadores rápidos y habilidosos.
A la crema le falta rodaje. Técnicamente llegó al Descentralizado con un solo partido de práctica en serio –ante Melgar, en Arequipa-, por eso los hilos de las costuras se hacen tan evidentes. Faltan mejorar los automatismos y, sobre todo, la definición.
Espero sus comentarios. Un abrazo para todos.
El taquito que se aprecia antes del gol de la ‘U’ ante Racing (minuto 1:08) es de Lucho Cruzado, uno de los más grandes mediocentros nacidos en el país. El ‘Colorado’ se nos adelantó el último jueves como consecuencia de una dura enfermedad que lo tuvo a mal traer en los últimos años de su vida. No tuve la suerte de verlo jugar, pero quienes lo hicieron no dudan en decir que no hubo nadie como él.