No es Gómez, es la 'U'
El escándalo Gómez es solo otra consecuencia de lo que ha sido Universitario durante esta temporada: un equipo desorientado, sin respuestas, que hizo lo posible por arruinarse la existencia dentro y fuera del campo.
Indigna que un jugador con las condiciones de Alexi arruine su carrera por una estupidez, pero arrebata que lo suyo apenas sea un síntoma más de un virus que se apoderó del club cuando no había terminado de celebrar el título del 2013. Desde el 1 de enero del 2014, el campeón hizo todo lo posible para que el sueño del Bi se transformara en una horripilante pesadilla.
Futbolísticamente, la ‘U’ es un equipo nulo. Con los lesionados a la orden, se siguió jugando sin un patrón definido, entregando a un chispazo individual o a lo que mandara la suerte la acción ofensiva. Simplezas como que un jugador con la camiseta crema le entregara el balón a otro que usara un polo del mismo color adquirieron la complicación de una fórmula científica . La desesperante lentitud de los centrales nunca se compensó con mediocentros rápidos para el quite o la anticipación; los marcadores olvidaron su función principal -es decir, marcar-, los creativos dejaron el poco ingenio que tenían en el camarín y los delanteros tuvieron que rebuscárselas, en algunos casos, peleando con sus torpezas.
¿Hubo algunas luces? Sí. Flores, Ruidíaz, a veces Rainer, cuando quiso Christofer, pero el equipo se resignó rápido, y su falta de rebeldía le impidió reaccionar en los momentos difíciles.
El once impetuoso, obsesionado por el balón, que mostró algunos momentos interesantes en el Apertura y que arrancó con buen pie el Clausura, se convirtió en uno amodorrado, soso, clavado al piso, conforme la intensidad del juego se fagocitaba sus pulmones y destrozaba muslos y pantorrillas.
EL ÓSCAR
A poco más de diez días de que se termine este martirio, la presencia de Ibáñez en la dirección técnica resulta insostenible. Óscar, el gran Óscar, el enorme arquero dueño de un lugar privilegiado en la historia del club, no mostró capacidad para manejar un equipo de la dimensión de Universitario, ni mucho menos para afrontar el tamaño de sus problemas. En los últimos partidos la crema ha sido lo más parecido a un once integrado por zombis, sin un atisbo de orden que pudiera suponer la posibilidad de una mejora futura.
A ello se agrega los fiascos en las incorporaciones -Ampuero, Alemanno, Martínez… sin olvidar los extranjeros que llegaron a principios de año-, el endeble estado físico del plantel y la pesada herencia económica dejada por Right Business que obligará a Bravo de Rueda extremar la austeridad la próxima temporada.
Antes que el 2015 nos gane, es momento de revisar no solo lo vivido, sino lo que se tenía planeado hacer. Soñar en una ‘U’ como la de los 60 o, incluso, la de mediados de los 80, capaz de hacer y deshacer con el mercado de pases, es una utopía. El camino de la crema está en fortalecerse institucionalmente, darle mayor valor a sus divisiones inferiores y tener en sus puestos clave a los profesionales más capaces del medio, a fin de minimizar los errores al momento de tomar una decisión.
Si no hacen cambios ahora, el próximo año volverá a ser un año de horror. O acaso peor.
Espero sus comentarios, un abrazo para todos