Dinero sucio, serie sexy
Eres un abogado idealista. Empeñoso, inteligente, equilibrado. Tu sueldo te permite vivir cómodamente aunque sin mayores lujos. Algo te entristece: recientemente falleció tu papá, un hombre que intuimos empeñoso, inteligente y un tanto menos equilibrado que tú, a quien, aparentemente, no has llegado a conocer del todo. Eres Nick George y eres un tipo bastante carismático.Una tarde Donald Sutherland te llama para ofrecerte ser el abogado de su familia, los Darling (“Querido”, si tradujéramos). El cargo había sido hasta hace un tiempo de tu padre, así que el asunto te intriga. La oferta que Donald Sutherland te hace es suculenta, tanto como los anticuchos de la tía Grima en Enrique Palacios: 5 millones de dólares o algo por el estilo. Aunque es una cifra que miras con gula (en realidad no te gustan tanto los anticuchos), te pones exquisito y te acuerdas de que no eres codicioso sino idealista (para que no te salgas del personaje puedes releer la primera línea de este texto, ahí está bien claro). Le respondes que en realidad te encanta defender a los pobres o algo también por el estilo y le dices que quieres 10 millones y un monto igualmente considerable para tus fines altruistas. Donnie (a estas alturas ya te ha pedido que lo llames así) acepta en el acto y te recuerda que además trabajarás sin marcar tarjeta y sólo cuando sea necesario. Sonríes satisfecho.
Este no es un sueño sino el primer capítulo de la divertidísima serie Dirty Sexy Money, o más bien, la manera en que me gusta recordarlo. Afortunadamente tampoco eres Nick George. Si lo fueras tendrías que lidiar con los Darling: una material girl (que parece tonta pero no lo es), un joyón a lo Pete Doherty (que además se parece a él solo que sin ningún talento), un político al que le gustan los travestis (lo grave es que te pediría que tú les pagues) y un vividor oportunista que ama a la material girl del principio, quien a su vez te ama a ti. Claro, si fueras Nick George estarías casado y eso sí que complicaría todo. Así que ya no sonreirías tan satisfecho: el problema de tu trabajo sería que siempre es necesario.
Los Darling no son un asunto para tomar a la ligera. Pertenecen a la orgullosa estirpe de familias millonarias de la televisión norteamericana: los Addams, los Beverly Ricos, los Ewing (de Dallas) y los Kennedy (de… ustedes saben). Conclusión: en televisión, nadie entiende a las familias con plata; y evidentemente, los anticuchos de la tía Grima son mejores que 10 millones de dólares. Los que piensen lo contrario pueden ver las repeticiones de la primera temporada en AXN (tan buena es que ya la están repitiendo). Ojo: no está en DVD.
*Estimados lectores: Desde enero del 2009, el blog “Tv en serie” lo desarrolla Romina Massa. Este post escrito por el anterior blogger, Javier Masías, seguirá en línea pero sin opción de dejar comentarios.