El secreto de "Modern Family"
Un hombre mayor y una joven latina. Una pareja de esposos con tres hijos dispares y una pareja gay que ha adoptado una bebe vietnamita. “Modern Family” parece haber salido de una mente trasnochada y lujuriosamente graciosa, pero se trata de una de las mejores series de comedia de la actualidad.
Llevarse los premios a Mejor Comedia y Guion del Año en los últimos Emmy –derrotando nada menos que a Glee- y tener a doce millones de seguidores solo en Estados Unidos nos dice ya de la repercusión que tiene esta serie de televisión que se ha atrevido a más con menos.
“Modern Family” no solo es arriesgada, sino también inteligente. Maneja muy bien los diálogos y subtextos. Los temas y la narración están muy bien elaborados y la agilidad con la que la historia fluye hace que el tiempo frente al televisor valga la pena. No por nada The New York Times dijo sobre la serie: “Es la mejor media hora de televisión en una temporada llena de buenas medias horas de televisión”.
Ed O´Neill, quien interpretara al legendario Al Bundy en “Matrimonio con hijos”, es el patriarca de la familia Prittchet y está casado con Gloria, una colombiana mucho más joven que él, sexy y de sangre caliente (Sofía Vergara ni más ni menos). Claire Dunphy es la hija de Prittchet y está casada con Phil Dunphy, con quien tiene tres hijos que tienen la capacidad de tener crisis existenciales cada 5 minutos o dejarse llevar por la primera tonta idea que se les ocurra. Por su parte, Mitchell es hermano de Claire y tiene un novio llamado Cameron con quien ha adoptado a una bebé vietnamita.
“Modern Family” retorna a lo clásico pero apuesta por lo nuevo. ¿Cómo? Pues apelando a la estrategia del sitcom, formula muy estudiada y replanteada varias veces en la televisión estadounidense, pero con el adicional de mantener coherencia con los tiempos actuales. Los problemas de esta familia caótica y distraida no son los mismos de “¿Quién manda a quién?”, Bill Cosby o Belvedere. No. Lo que nos ofrece “Modern Family” es explorar terrenos peliagudos, difíciles y hasta sensibles, pero con la mirada despreocupada de alguien que no sabe absolutamente nada. Y eso es un mérito, porque no brinda lecciones de moralidad o de ética. Cada episodio es un descubrimiento difícil pero tratado con comedia e ingenio del mejor gramaje.
Por si fuera poco, la narración visual que se utiliza, como si de un documental se tratase – al mejor estilo de “The office”- hace que las vivencias de esta familia tripartita se sientan mucho más cercanas. Claro, no faltará quien extrañe las tomas clásicas con cámaras en trípodes y movimientos de vieja escuela. Pero, vamos, esto es “Modern Family”.
Era hora de que tengamos en la televisión una serie de humor inteligente, después de que las últimas se terminaron hace tiempo. Era hora de que las series de comedia de familias dejen de ser ‘soft and cute’. Bienvenida sea “Modern Family” y que nos traiga temporadas y temporadas de risas sin fin.