No hay quinto malo: Lo nuevo de True Blood
La mejor serie de vampiros del momento se ha mantenido al margen de la moda y mantiene una propuesta madura y diferente.
En medio de los edulcorados vampiros de tv que han surgido tras el efecto Crepúsculo. Hay una serie que ha logrado mantenerse incólume al virus adolescente y la degradación de la imagen del vampiro tradicional. True Blood estrenó recientemente su quinta temporada y está mejor que nunca.
Las bondades de Tue Blood radican en el planteamiento inicial. Como toda buena historia, los cimientos deben ser muy sólidos e interesantes para construir hacia arriba toda la trama. La serie muestra un mundo donde los vampiros y humanos conviven. Esa es la premisa, la pastilla que todos debemos tragar para empezar el viaje. Luego de eso, tenemos a nuestra protagonista Sookie, rodeada de misterios, desapariciones, muertes y confabulaciones.
True Blood es una serie de vampiros para adultos, como buena producción de cable (se puede ver por HBO), los desnudos son recurrentes. Pero sobre todo, genera un espacio que combina lo sexy y lo oscuro para lograr un resultado poderoso, atractivo y seductor. Y no se trata de lo sexy a lo adolescentes calenturientos, sino sexy en serio. Maduro y adulto.
La quinta temporada tiene programada 12 episodios. En el último capítulo de la cuarta temporada, Sookie decidió quedarse sin ninguno de sus pretendientes vampiros al tener que elegir entre Bill y Eric (Alexander Skarsgård). Marnie (Fiona Shaw) busca vengarse y se adueña del cuerpo de Lafayette (Nelsan Ellis) para obtener poderes adicionales.
Además, Jason (Ryan Kwanten) decide que ya era hora de contarle a Hoyt (Jim Parrack) que había tenido relaciones con Jessica (Deborah Ann Woll) y, por supuesto, Hoyt se enfurece con la noticia. Sin embargo, Jason y Jessica llegan a un entendimiento sobre su relación. Andy Bellefleur (Chris Bauer), por último, se dedica a reparar su reciente conducta, y Arlene (Carrie Preston) recibe una visita sorpresa de la última persona a la que quería ver.
True Blood es la mejor serie de vampiros del momento. Ya va por su quinta temporada, ha empatado lo hecho por Ángel, el spin off de Buffy, y es seguro de que la historia no quedará allí.