“El Lago de los Cisnes”, Ballet en San Petersburgo
Cada vez que descubro un nuevo lugar, me gusta disfrutarlo en profundidad, sacarle el máximo provecho y no solamente hacer las tres cosas que usualmente te dicen las guías de viaje.
Es verdad, también, que hay planes que pueden sonar muy turísticos, pero que sin embargo, son un “must” en la agenda de cualquier viajero, ya sea un típico turista que viaja en grupo arreglado o una mochilera trotamundos como yo.
Por ejemplo, ir a Londres y no ir a ver un musical sería una falta gravísima, es la cuna de este género y la visita no estaría completa sin una noche disfrutando Billy Elliot o Moulin Rouge.
A veces puede que este tipo de planes excedan un poco nuestro presupuesto mochilero, pero en serio, ¿cuándo van a regresar a ese país? ¡Tal vez nunca! Así que hay que verlo más como invertir en una experiencia inolvidable, antes que un gasto en sí.
Eso mismo me ocurrió cuando llegué a Saint Petersburgo. ¿Cómo me voy a ir de aquí sin haber ido a ver Ballet? ¿Ballet ruso? ¡Estoy en la cuna del ballet! Me encantaría regresar a Rusia, pero uno nunca sabe qué puede pasar más adelante así que cuando estaba en el Sudeste Asiático y decidí que mi siguiente destino iba a ser Rusia, no dude ni un segundo en comprar también un ticket para ir a ver un clásico: “El Lago de los Cisnes” (o Swan Lake en inglés).
Ya estaba advertida que usualmente para ir al Ballet o la Opera, hay que bookear con tiempo, así que por eso decidí hacerlo un par de semanas, haciendo un poco de research, pero con el objetivo de estar tranquila.
Encontré la web: http://russianbroadway.com que fue mi gran salvación.
– Para empezar, es una web que está en inglés y en español. Pensarás que esto es básico, pero créanme que cuando visiten Rusia y se den cuenta que muy pocas personas hablan inglés, van a agradecer haber encontrado una web en su idioma.
– Además, puedes ver los precios en dólares o euros y no solo en rublas, lo que te da más rapidez a la hora de elegir el precio más adecuado.
– Puedes pasar por PayPal y tarjetas de crédito internacionales. Y esto también está genial, porque no tienen idea como sufrimos una vez para intentar comprar unos billetes de tren en Moscú porque no aceptaban mi tarjeta de crédito y tuvimos que ir tardísimo a la estación de tren que era un enredo y encima naaaadie hablaba inglés y menos la chica que vendía los tickets y tuvimos que interceptar a unos chicos para que nos traduzcan, y escribieran mi nombre y datos en ruso… ¡pero bueno esa es otra historia!
– En http://russianbroadway.com puedes hacer todo un comparativo de shows, ballets, óperas así como de los teatros donde se presentan, de esta forma verás la historia de cada teatro o tal vez ver cuál te queda más cerca de tu hotel. En mi caso elegí el Alexandrisky, ya que era el primer teatro abierto en Rusia en 1832 y eso me emocionaba, y bueno, también porque estaba muy céntrico.
Les quiero contar un poco sobre El Lago de los Cisnes y luego les contaré sobre mi propia experiencia:
El Lago de los Cisnes (aquí lo encontrarán como “Swan Lake”) es un clásico en el ballet ruso y se ha convertido como un símbolo para este país. Fue compuesto por Tchaikovsky in en 1876.
La “premiere” mundial de este ballet fue en Moscú en el año 1877, y desde ese entonces se ha presentado en más de 250 teatros alrededor del mundo.
Tengo que contar que yo no es que sea la mayor fan del ballet en sí, pero después de haber visto tremenda presentación, me saco el sombrero por cada uno de los bailarines que conozco, porque definitivamente es un arte que se vive con pasión y requiere mucho, pero mucho esfuerzo y coordinación.
Mi cita con los cisnes era a las 8pm y en la mayoría de los teatros de San Petersburgo te piden un dress code más o menos formal.
En algunos como el Mariinski los hombres tienen que ir con saco y corbata y las mujeres con vestido largo; felizmente en el Alexandrisky había que ir formal, pero tampoco tanto.
Así que saqué el único vestido más o menos decente que está al fondo de mi mochila llena de shorts y politos de tiritas.
La historia de ese vestido es muy divertida, ya que obvio, cuando yo armé mi mochila en Lima (aquí el artículo) jamás pretendí meter algo elegante. Pues resulta que mi primera semana de viaje estando en Las Vegas donde fui por el Life is Beautiful Festival (que es totalmente hippie), un amigo me dice: “Estamos en lista VIP de la mejor discoteca de Las Vegas, ponte regiaza” y yo: “What??? No tengo ropa para ir a ese sitio” y me dice: “Anda a Marshall (tienda outlet) y cómprate un vestido y tacos” y yo: “No hay forma!”. Conclusión: Estaba en Las Vegas, no soy muy fanática de ese tipo de discotecas, pero si ya estaba ahí… Ya me veían contra todos los principios mochileros, comprando un vestido de 10US$ para entrar a una fiesta high high en Las Vegas. No paraba de reírme de misma.
Igual, tengo que decir que ese vestido me salvo después para más de una ocasión, así que aunque me haya negado en su momento, fueron 10$ muy bien invertidos.
Bueno, regresando a San Petersburgo, llego 19:45 al Alexandrisky con una sonrisa en la cara y al entrar al teatro todo era simplemente deslumbrante.
La arquitectura, el escenario, la decoración, los asientos, la gente regiaza caminando de un lado a otro. Me tocó sentarme al costado de todo un grupo de señores brasileros que andaban viajando en un tour programado por 20 días en Europa del Este y cuando les conté de mi viaje andaban alucinados. Yo feliz intentaba practicar lo poco que se de portugués con ellos, y hasta uno bien mandado me dijo: “Ay, si tuviera tu edad, me divorciaba y me quedaba viajando contigo”. Imagíiiinense mi cara de shock con tremendo coqueto garoto.
El espectáculo duró 3 horas y tuvo 3 intermedios, los cuales te permiten estirar un poco las piernas, tomar algo o disfrutar de la increíble terraza que tienen.
Para ser poco conocedora de este género artístico tengo que decir que me encantó. Me quedé pegada en todo momento a cada uno los bailarines.
La orquesta era buenísima. No sé porque de pequeña se me dio por querer ser directora de orquesta cuando fuese mayor (aunque también quería ser “exploradora de bosques”…) así que andaba pegada mirando a los músicos y copiando los movimientos de la mano del director de orquesta.
Los bailarines eran simplemente geniales. Tremenda coordinación entre cada uno de ellos. Les juro que no vi ni un solo fallo, impecable.
El vestuario y la escenografía también estaban buenísimos, te hacían sentir parte de la historia.
Como cierre, tengo que decir que fue una experiencia inolvidable. Les recomiendo demasiado poder disfrutar de un espectáculo como este si van a Rusia, no lo olvidarán jamás.
pd: Gracias a http://russianbroadway.com por las increíbles fotos. Está prohibido tomar fotos durante el espectáculo, así que tomé prestadas estas.