Prueba Scratch, no te arrepentirás

Hoy presentamos en el Diario un software lanzado días atrás por el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). Se llama Scratch y es totalmente gratuito. Lo hemos probado y realmente lo recomendamos para que los profesores de cómputo lo prueben en clase y comprendan el potencial que ofrece para reforzar la creatividad en los niños.
Scratch es una herramienta que podríamos compararla con Macromedia Dreamweaver.
Ofrece una serie de funciones para crear o importar gráficos y someterlos a una serie de procesos que en conjunto permiten crear historias, videos y juegos. En suma, esta es una poderosa herramienta para crear animaciones interactivas multimedia.El juego es gratuito y puede descargarse desde http://scratch.mit.edu . Su uso es sumamente sencillo debido a que los ingenieros del MIT reemplazaron los complejos comandos de puntuación y sintaxis de la programación informática por bloques gráficos similares a los ladrillos de Lego. Este es el gran atractivo para niños y adultos.
Si bien usted podrá descargar el programa con su hijo e instalarlo en su disco duro, en la página web de Scratch podrá difundir todos los proyectos realizados. Hoy vimos que hay centenares de juegos desarrollados tanto por niños como por adultos.
Scratch apuesta a que todo el material producido por los niños pueda ser compartido en una comunidad similar a la de You Tube. Por ello el registro del usuario es clave para obtener respuestas, observaciones y sugerencias de los visitantes. El procedimiento es muy sencillo y no exigen contar con una dirección de correo electrónico.
Mitchel Resnick, profesor de investigación y aprendizaje del Media Lab del MIT y creador de los ladrillos robot de Lego, desea que Scratch permita a los niños controlar aplicaciones enriquecidas para la web.
El programa corre sobre PC y Mac. El MIT trabaja ahora con Microsoft, Samsung, BT, Lego, Motorota y la Fundación One Laptop Per Chile (OLPC) e Intel para crear nuevas aplicaciones y versiones, incluyendo teléfonos celulares. Pruébelo y experiméntelo con su hijo. No se arrepentirá.