El robot Mako es capaz de operar y colocar una prótesis en la rodilla
Los pacientes en EE.UU. que requieren el implante parcial de rodilla pueden optar por ponerse en manos de Mako, el nuevo robot cirujano. Su uso garantiza mayor precisión en los cortes y los operados regresan a su rutina diaria en menos tiempo. Este cirujano cibernético solo es usado en Estados Unidos. Pacientes vuelven a caminar un 40% más rápido. Si te interesa saber más sobre esta alternativa, sigue leyendo esta interesante nota de AngelaTejeda Ghiggo.
Su nombre es Mako y sin ser un cirujano de carne y hueso es capaz de realizar una operación de rodilla, colocando un dispositivo artificial sin necesidad de reemplazarla totalmente, como es lo usual. Se trata de un equipo médico diseñado a modo de brazo-taladro que por su precisión logra eliminar exactamente el área enferma de la articulación y reemplazarla por el pequeño implante. Casi como sucede con la curación de una muela.
Mako está diseñado para operar, principalmente, a pacientes con osteoartritis. Esta es una enfermedad que desgasta las articulaciones, lo que origina que los huesos empiecen a rozarse continuamente entre sí causando dolor, hinchazón y limitación en el movimiento del paciente. Esta cirugía también puede aplicarse a personas que padecen de artritis degenerativa y artritis ocasionada por accidentes.
Mayor exactitud
“Antes de la aparición de esta técnica, las cirugías se hacían con guías, siguiendo principios anatómicos. De esa forma, la alineación final de la prótesis a veces era buena, pero otras veces no. Por el contrario, con el robot Mako el alineamiento es perfecto, por lo tanto hay una gran posibilidad de que ese implante dure mucho más”, señaló el doctor Richard Levitt, médico del Doctors Hospital de Miami, en comunicación telefónica con El Comercio.
Recuperación
El especialista agregó que el paciente es capaz de volver a caminar entre un 30% y 40% más rápido que con la técnica tradicional.
“El mismo día de la operación, horas después, el terapista físico rehabilita al paciente, le hace doblar la pierna y caminar un poco para que pueda apoyar su peso. Después ya depende de qué tan cómoda se sienta la persona para hacer su vida normal”, detalla.
Cómo funciona
En la intervención quirúrgica, que dura aproximadamente una hora y media, el doctor usa como guía al robot, que puede distinguir en la computadora exactamente dónde termina el tejido enfermo y dónde comienza el sano.
“De este modo, impide al cirujano cortar en un plano o en ángulo equivocado. De ser ese el caso, el robot se apaga. No hay posibilidad de errores”, sostuvo el doctor Levitt.
El especialista identifica en la mesa de operaciones ciertos puntos en la rodilla y los envía electrónicamente al programa que maneja el robot.
“Previamente se hace un plan preoperatorio del lugar exacto en el que se va a poner el implante. Si al establecer los puntos de referencia de la rodilla hubiera un conflicto con esa proyección, el robot alerta al especialista de que está equivocado y lo obliga a revisar nuevamente. De lo contrario, se empieza a esculpir con la máquina”, enfatizó.
Mako va mostrando en color verde cuál es la zona que de debe remover. Pero a medida de que esta se pule, la luz se va tornando blanca, permitiendo que el médico elimine exactamente lo necesario.
Luego se coloca el implante (que tiene forma de casco de metal) al final del hueso y se cierra inmediatamente el área intervenida del paciente, culminando así la cirugía.
Hasta el momento, este método es empleado solamente en Estados Unidos y es una alternativa a la tradicional cirugía que reemplaza totalmente a la rodilla, algo que según el doctor Levitt no es recomendado para pacientes jóvenes, ya que el implante artificial suele desgastarse en un período de 10 a15 años.