¿Practico yoga o mejor me tomo una pastilla?
En Facebook existe una página que se llama “¿Yoga o Clonazepam?” y es buenísima. Te da tips para utilizar el yoga contra la ansiedad y con esas ganas -si alguna vez las has tenido- de meterte una pepa a la boca para dormir porque el estrés es insoportable.
Hacía tiempo que no la chequeaba; hoy lo hice y pensé que de pronto podría, con este post, ayudar a la causa. Unirme al mensaje y por qué no, hacer la misma pregunta: ¿Yoga o clonazepam?
Cada uno tiene sus razones y sus prescripciones. Pero no es una exageración escribir que las pastillas que -supuestamente- luchan contra la ansiedad están en todos lados. Una persona muy cercana a mí no las puede soltar, por ejemplo. Y es probable que tú también las consumas o conozcas a alguien que lo haga. Pero esas pastillitas que dicen te dan la solución, son un problema enorme.
Atacan las ansias, dicen; pero te vuelven ansioso cuando no las tienes. Te duermen, te dicen; pero necesitas cada vez más para tumbar el cuerpo después de unas semanas. Te tranquilizan, también te dicen; pero lo cierto es que si abusas de ellas te agitas, no soportas el ruido, no quieres tener gente alrededor, te cambia el humor, crees que el mundo te cae encima de vez en cuando y hasta puedes quedarte medio sordo. ¿Crees que eso te tranquiliza?
Es un círculo vicioso. Son rudas. Y lo peor es que uno siempre cree que puede controlarlas. Uno cree que está por encima de ellas, pero lamento decirlo: No es así. Si no tienes un buen doctor y una buena razón para tomarlas… tu tranquilidad nunca va a llegar. Así de simple.
¿Qué hacer entonces?: RESPIRAR. El “problema” de esta solución es que es TAN FÁCIL, QUE NO TE LA CREES. Pero respirar es la clave de todo!!. Pero, bueno, digamos que sentarte y meditar no es lo tuyo. No importa. Hay otras formas y son riquísimas. Una de ellas es entrar a una postura cómoda y mantenerla varios minutos. Te propongo esta, que te abre el corazón y es la máxima contra la ansiedad. Suelta nudos en la espalda y permite que tu respiración fluya de manera orgánica, desde el estómago hasta casi la garganta.
¿QUÉ NECESITAS?:
Dos o cuatro bloques (que venden en Wong) o dos o cuatro libros -chequea que estos tengan el mismo tamaño-. Y también un bolster. Este lo venden en Amazon, en Lima Yoga o puedes utilizar mantas: las enrollas en forma de cilindro.
Con los bloques o los libros: Uno va echado y el otro, unos centímetros más arriba, va parado. El bolster o mantas va encima de esta pequeña base y la idea es que apoyes el sacro en la base del bolster y te dejes caer hacia atrás. Puedes estirar las piernas o juntar planta con planta de los pies.
Si quieres, utiliza dos bloques (o libros) más para poner tus manos encima. Pon una canción que te relaje o quizás quédate en silencio. Te recomiendo esta canción: “Peyote Healing” de Robbie Robertson. Dura 6 minutos y 10 segundos. Lo suficiente para sentirte bien.
Namasté.
(Si estás buscando música para hacer yoga, quizás te sirven algunas listas que tengo. En Spotify soy: adrigaravito)