"Para enfrentar nuestros problemas, hay que quedarnos quietos"
Jorge López Doriga es maestro zen y también es director en la compañía AJE. Practica meditación hace más de 10 años y asegura que su vida cambió para bien gracias a dicha práctica. No es por nada, pero se le nota en los ojos. Estos brillan y transmiten paz.
Entonces, qué mejor de hablar de meditación con él.
¿Qué busca? ¿Es difícil? ¿Por qué meditar? … López Doriga sonríe. Es evidente que son las preguntas de siempre, pero -como él dice-son válidas, pues es difícil de creer que la solución a tantos de nuestros problemas está en algo tan simple como en la meditación.
Claro, meditar no te sacará de las deudas, pero sí del estrés que estas generan. Meditar no te dará una casa nueva, pero sí te hará agradecer por la que tienes en este momento. Meditar no te hará más alto, o más flaco, o más carismática, pero sí hará que eso no te importe. Meditar, entonces, pondrá en primer lugar tu felicidad. Es más, Jorge se atreve y lo dice: “Con la meditación, podemos cambiar el mundo”.
Pero para eso hay que aceptar ciertas cosas. “Todo cambia y nunca sabes cómo. Y por eso es importante aprender a soltar, pues solo así podrás enfrentar cualquier situación que se te viene encima; cualquier situación que te cae por sorpresa. Y curiosamente esto lo aprendes estando quieto. ¿Y por qué es tan difícil estar quieto?, pues porque nunca nos han enseñado a estarlo. Toda la vida nos han dicho que estemos de un lado a otro, buscando y buscando. Que busquemos hacia fuera y no a ver dentro de nosotros. Y eso no es fácil. Cuando te das cuenta que la solución al problema eres tú, te das cuenta que el único responsable de todo eres tú mismo y eso no es cómodo, pues nos encanta juzgar, estar siempre mirando a los demás…. Da vértigo saber que está en nosotros hacer el cambio”.
Cómo enfrentar ese vértigo, entonces. López prefiere responder con una comparación: “Imagina que solo inhalas e inhalas cuando respiras y nunca exhalas… obviamente vas a estar desequilibrado y con miedo”.
“Pero si te dedicas a inhalar y exhalar, todo se sentirá mejor. Lo mismo con la meditación: si miras hacia adentro, cuando mires hacia afuera, mirarás con otra perspectiva. Y de eso se trata”, agrega. “Pensamos que nuestros sentidos son una ventana con la que miramos al mundo, pero en realidad es un espejo”.
Pero hablemos en serio: ¿Realmente tenemos tiempo para meditar? Jorge se vuelve a reír y responde: cuestión de ver una hora menos de televisión al día. Y sí, pues, siempre tenemos tiempo. Y puedes practicar 2 minutos, de pronto 15, o quizás 30 minutos. Depende de cada persona.
¿Cómo hacerlo?: sentarse con la espalda recta y ser consciente del aire que entra y sale por la nariz. MEDITAR NO SIGNIFICA PONER LA MENTE EN BLANCO. Eso no existe. No es posible. Con esto en mente, todo se hace más fácil. Solo es cuestión de llevar tu atención a la respiración.
Si te interesa probar la meditación zen, escribe a zenriverlima@gmail.com Te darán más información. No te vas a arrepentir.
Namasté.