El aeropuerto Jewel Changi, en Singapur, se ha convertido en todo un referente de la recreación ambiental. Hace unos días, en este lugar, se inauguró la cascada interior más alta del mundo, diseñada por el Safdie Architects.
La obra tiene una altura de 40 metros y está rodeada por una densa vegetación, como si se tratase de la selva. “El aeropuerto Jewel Changi pretende ser un destino donde el mundo se encuentra con Singapur y Singapur se encuentra con el mundo”, sostuvo Hung Jean, directora ejecutiva del terminal aéreo.
►Este proyecto peruano ganó el premio Obra del Año 2019
La cascada parte de una gran cúpula a siete plantas de altura. En la primera planta, donde desemboca y choca todo el peso del agua, la neblina que se produce hace que la situación gane realismo. Por la noche, el juego de luces y colores crean un ambiente exótico.
Asimismo, un paisaje cubre las terrazas de los distintos niveles, con senderos de flores para caminar y áreas de descanso entre más de 200 especies de plantas y más de dos mil árboles. Con todo esto, los encargados del proyecto no han dejado de lado la esencia futurista que proyecta el diseño del aeropuerto.
Este conjunto se construyó con un presupuesto de US$ 1.300 millones. Para el próximo año, el aeropuerto planea inaugurar un mundo virtual, con juegos interactivos, experiencias de proyección y espectáculos artísticos.