¿Consiguió? No. ¿Mereció? Sí, mereció. México se despidió del Mundial no siendo menos que Holanda. Utilizó recursos nobles para ganar, pero cometió un error: renunciar al balón. Concedió protagonismo a cambio de especulación. El punto de inflexión fue el tanto de Giovani dos Santos en el segundo tiempo. A partir de ese momento, los aztecas cedieron espacio y opciones. Y esta vez la figura de Guillermo Ochoa no fue suficiente para lograr la clasificación a cuartos de final de Brasil 2014. Holanda, con Arjen Robben como estandarte, se llevó el triunfo sobre el final del partido con goles de Sneijder y Huntelaar.
La posesión fue de Holanda, las opciones de gol de ambos. Ocho tiros al arco de Holanda contra siete de los mexicanos. El plan de México fue bueno hasta el gol. Fútbol directo y recorriendo dos caminos hacia el gol: ataque por las bandas y por el centro. El primer tiempo de los aztecas fue superior. No concedió ocasiones y arriba generó al menos tres claras. Mereció más que un cero a cero final que le dejó un sabor amargo. Eso sí, sobre el final el árbitro no cobró un penal claro contra Arjen Robben. Inclusive más claro que la jugada final en la que Márquez lo pisó y Huntelaar mandó adentro para darles el triunfo agónico a los europeos.
Holanda justificó el juego que viene desarrollando en el Mundial. No le interesa la posesión, ni merecer, ni qué pasa en el mediocampo. Lo que realmente le importa es el juego en las dos porterías. Así le ganó a España, Chile y Australia. Con el 1-0 en contra ante México, se vio en la obligación de salir a empatar el partido. No es un equipo que trabaja bien en el táctico colectivo de ataque cuando tiene enfrente a una escuadra que le da pocos espacios. El fútbol elaborado no es precisamente el que practica. Es el de Holanda un fútbol más directo, con espacios, de contra ejecuta mejor con Robben y Van Persie.
Aun con esa intención, Holanda depositó en Robben su esperanza para lograr el empate. O solucionaba Robben o ganaba en el juego aéreo. Con estas dos fórmulas fue que ganó el partido. Primero con un córner que Huntelaar bajó el balón para que Sneijder marque el empate con un remate potente; y segundo con un penal contra Robben que Huntelaar envió a las redes en los descuentos. Decisivo el hombre del Schalke 04. Holanda exprimió sus mejores virtudes. Y lo ganó. Ahora espera por el ganador del duelo entre Costa Rica y Grecia.